Hermoso: "Doy por bueno el dolor que sufrí si cesa el conflicto"

El subdelegado del Gobierno en Almería, Fernando Hermoso, de 65 años, habló ayer con los medios de comunicación por primera vez tras la paliza que recibió en El Ejido el pasado domingo cuando salía de la iglesia donde se celebró el funeral por Encarnación López, la mujer asesinada supuestamente por un inmigrante marroquí bajo tratamiento psiquiátrico. "Doy por bueno el dolor físico y moral, las vejaciones y humillaciones que sufrí, si eso sirve para que se solucione el conflicto. Yo sé que ni en Almería ni en El Ejido todas las personas son así", dijo.El pasado domingo, un grupo de ejidenses lo acorralaron y golpearon cuando salía de la localidad en dirección a Jaén para asistir al funeral de su padre. Un vecino del pueblo le ayudó a escapar de los exaltados que lo acosaban y le refugió en una casa. Hermoso confesó que, durante un momento, llegó a pensar que esa noche en su casa habría otro cadáver, además del de su padre.

Ahora, según confesó ayer, su deseo es localizar al ciudadano que le ayudó a salir del tumulto: "Nunca le agradeceré lo suficiente lo que hizo por mí. Igual que a quienes, a instancias de esta persona, me abrieron las puertas de la casa donde pude refugiarme hasta salir por una puerta trasera e introducirme en un coche", comentó. "Mi espíritu es fuerte. Y mi corazón debe de estar muy sano porque, de lo contrario, ya me habría pasado algo grave", añadió.

Hermoso confirmó que no precisó atención hospitalaria y dijo que lo primero que hizo al llegar a su casa -antes de partir hacia Jaén- fue darse una ducha y tratar de tranquilizarse. Su mujer le curó unos rasguños que tenía en la cara y en las piernas y se marchó al funeral de su padre.

Aplausos

Ayer volvió a Almería para participar en la Mesa por la Integración de los Inmigrantes, donde fue recibido con el aplauso de todos los asistentes, entre los que no se encontraba el alcalde de El Ejido, Juan Enciso, del PP, que excusó su presencia por considerar que no debía abandonar el pueblo en situación de crisis, según informa Efe.

El subdelegado también recibió los aplausos de los periodistas, testigos de la paliza que recibió, a quienes declaró que aún no entiende el porqué de semejante ataque. "La condición humana es débil. En todas las culturas, en todas las razas, en todas las nacionalidades hay una población reducida que es delincuente, que le falla la condición humana", dijo para explicar lo sucedido.