EL 'CASO LASA-ZABALA'Un agente del Cesid niega ser la fuente de Perote en Intxaurrondo
El agente del Cesid y capitán de la Guardia Civil Pedro Gómez Nieto negó ayer en el juicio por el caso Lasa-Zabala que él fuese en 1983 el informador en el cuartel donostiarra de Intxaurrondo del entonces comandante Juan Alberto Perote, que era el jefe de la Agrupación Operativa de Misiones Especiales del Cesid. Gómez Nieto se presentó en la sala con peluca y barba postiza de color negro, gafas oscuras, traje negro y camisa gris marengo con el evidente propósito de ocultar su aspecto, ya que reconoció a preguntas del fiscal que el color de su pelo es rubio, aunque negó que en su etapa de Intxaurrondo le conocieran con el apodo de el alemán o el rubio.
Admitió que estuvo en Guipúzcoa desde marzo de 1983 hasta abril de 1984, pero que en ese tiempo no colaboró con el Cesid, ni fue informante del comandante Perote sobre lo ocurrido con Lasa y Zabala ni sobre ningún otro tema. Negó que tuviera conversaciones con el entonces comandante Galindo sobre realizar acciones de guerra sucia en el sur de Francia.
Agregó que tampoco estuvo en el Servicio de Información de Intxaurrondo, sino en la plana mayor, y que su función fue la formación de agentes en técnicas de información, de cobertura, cambio de apariencia y autoprotección, pero que no participó en detenciones. Sin embargo, tuvo que reconocer que en ese periodo fue condecorado en tres ocasiones por participar en detenciones de miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas de apoyo a ETA y otras acciones.
Procesado
Pedro Gómez Nieto estuvo procesado por el secuestro, torturas y asesinato de los etarras Lasa y Zabala, pero la Audiencia Nacional levantó el procesamiento cuando el Gobierno informó de que los documentos manuscritos de supuestas transcripciones de conversaciones con Galindo en las que éste le proponía entre otras cuestiones el secuestro de presuntos etarras, y cuya autoría se le atribuía, no se encontraban en el Cesid.
El hoy capitán rechazó tajantemente ser el autor de los citados documentos y explicó con un símil su relación con Perote: "Es como si yo fuera un auxiliar administrativo de una sucursal bancaria en Vallecas (barrio periférico de Madrid) y él perteneciera al staff directivo en la sede central del banco, en la Castellana (en el centro dela capital)".
Negó vehementemente que la escritura de los documentos fuera la suya y señaló que existen dos pruebas caligráficas que lo certifican. Lo cierto es que Gómez Nieto se negó durante la instrucción a hacer un cuerpo de escritura en minúsculas para que se cotejase con los documentos originales, y que hay informes caligráficos contradictorios. Unos niegan que la escritura sea la del testigo y otros afirman que sí lo es.
También negó ser hombre de confianza de Roldán, ser jefe de los grupos Omega o conocer a alguien implicado en los GAL.
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