Temor a las repercusiones económicas
El programa económico del nuevo Gobierno de coalición entre los negros (los democristianos del Partido Popular ÖVP) y los azules del derechista Partido Liberal (FPÖ) de Jörg Haider ha despertado en Austria el temor a conflictos sociales con los sindicatos, dispuestos ya a desenterrar el hacha de guerra. Al mismo tiempo, un puñado de unos cientos de manifestantes parece empecinado en provocar el mayor caos posible en las calles de Viena.La nueva constelación política austriaca puede provocar muy pronto un cambio de clima en un país donde ha reinado durante décadas un modelo de concertación social con una media de cuatro minutos de huelga por trabajador al año. El Kurier, opuesto a la nueva coalición, apareció ayer con un titular a toda página en tonos apocalípticos: "Austria, sumida en el miedo ante la violencia en las calles y los conflictos sociales". Y dos subtítulos: "La policía espera nuevos disturbios procedentes de los alborotadores" y "Los sindicatos se arman contra el pesado paquete azul-negro".
La zona de los edificios gubernamentales en el Palacio Imperial de Viena se encuentra tomada por la policía con barreras y coches patrulla. Algo insólito en un país nada acostumbrado a este tipo de incidentes. El sábado, hacia las diez de la noche, todavía un puñado de manifestantes inasequibles al desaliento armaba ruido con latas y silbatos. Se ha observado la presencia en las calles céntricas de Viena de grupos de individuos de diverso pelaje, desde la cabeza rapada a los pelos pintados, que no prometen nada bueno y muestran disposición a dar trabajo a los agentes de policía.
Más grave que la actitud de unas decenas de manifestantes se supone la reacción de los sindicatos al paquete de medidas anunciado en el programa de gobierno. La nueva coalición ÖVP-FPÖ pretende sanear el presupuesto a base de reducir el gasto público hasta llegar en cuatro años a un 1,3% del producto interior bruto (PIB), con los inevitables recortes. Entre los planes del nuevo Gobierno figura elevar la edad de poder acogerse a la jubilación anticipada, la reducción en los gastos de medicamentos y participación del asegurado en los costes de la asistencia sanitaria.
Los sindicatos han calificado el programa de "mezcla de horrores", "lucha de clases desde arriba" y "dramático reparto de las cargas a costa de los trabajadores y a favor de los empresarios". El paquete de reducción de gastos en la Administración pública puede suponer la eliminación de 9.000 puestos de funcionarios, y esto llevará a las barricadas a los sindicatos. Haider había asegurado que no habría subidas de impuestos y ahora habla de "ajustes", eufemismo que significa mayores cargas en varios tributos: una subida de impuestos del tabaco, de los automóviles, del distintivo para circular por las autopistas y por la electricidad consumida.
[Ayer, el Congreso Europeo Judío requirió a las agencias de viaje que boicoteen a Austria como destino turístico, tras el ascenso al poder del ultra Haider, informa Reuters].
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