Un muerto y cinco heridos en un atentado terrorista en las proximidades de la oficina del presidente iraní

Una persona resultó muerta y otras cinco heridas, una de ellas de gravedad, en una serie de explosiones ocurridas ayer en Teherán, junto a la sede de la presidencia iraní, según informó la televisión estatal. El presidente Mohamed Jatamí se encontraba en su oficina y pudo oir las detonaciones aunque resultó ileso, según confirmó uno de sus ayudantes. El incidente, rápidamente descrito por la agencia oficial Irna como un "ataque terrorista", fue bastante similar a los últimos atentados llevados a cabo por los Muyahidín al Jalq (Combatientes del Pueblo), oposición armada al régimen iraní con base en Irak. De acuerdo con las declaraciones de testigos presenciales, se trató de siete disparos de mortero, armamento frecuentemente empleado en las acciones de los Muyahidín.

En un comunicado posterior, el grupo armado aseguró haber lanzado un ataque contra un palacio del guía supremo iraní, Alí Jamenei, sin embargo testigos presenciales dijeron que dicho palacio, situado cerca de la sede presidencial, en el centro de Teherán, en una zona restringida al tráfico rodado y dotada de estrictas medidas de seguridad, no resultó alcanzado. La mención de Jamenei como objetivo en lugar de Jatamí podría obedecer al deseo de los atacantes de evitar la figura del popular presidente. Carentes de un verdadero apoyo popular dentro de Irán, donde son considerados terroristas incluso por sectores liberales y reformistas, los Muyahidín no han visto un cambio real en la llegada al poder de Jatamí, cuyos viajes a Roma y París, el año pasado, intentaron boicotear. Esta actitud les ha alejado aún más de la oposición interna e incluso de quienes en el pasado pudieron simpatizar con ellos.

Irán se encuentra estos días inmerso en una decisiva campaña electoral para elegir un nuevo Parlamento el próximo día 18. El ala aperturista que lidera el presidente Jatamí tiene muchas posibilidades de alcanzar la mayoría, lo que le permitiría por fin, tres años después de su elección, llevar a cabo las reformas prometidas. Jatamí intenta devolver a Irán al concierto internacional del que quedó marginado tras la Revolución Islámica, de la que el próximo viernes se celebra el 21º aniversario.