El punto más débil da el triunfo Corretja y Balcells superaron al doble italiano y situaron a España en cuartos de final
La victoria ante Italia llegó en el punto más comprometido. El doble ha sido la asignatura pendiente del tenis español desde que Emilio Sánchez y Sergio Casal decidieron abandonar, en 1995. El balance desde entonces arroja un dividendo negativo de dos victorias y seis derrotas en mil probaturas desafortunadas para conseguir un doble que diera estabilidad al equipo de Copa Davis. Ayer se produjo una nueva prueba, esta vez bajo la responsabilidad del denominado G-4 que ahora capitanea al grupo español. Y dio buen resultado. Àlex Corretja, 25 años, y Joan Balcells, 24, se impusieron a la pareja italiana Diego Nargiso-Andrea Gaudenzi por 6-3, 6-4, 6-1, y en 1 hora y 48 minutos situaron a España en los cuartos de final, donde se medirán a Rusia del 7 al 9 de abril.¿Significa eso que ya hay doble? "No", responde Javier Duarte, que en esta eliminatoria ha asumido la responsabilidad de la capitanía. "Significa simplemente que han realizado un gran partido y que son capaces de asumir la responsabilidad de jugar en Copa Davis y hacerlo bien. Pero eso no supone que vayan a tener continuidad. Dependerá del momento de forma en que se encuentren ante cada eliminatoria. Sin embargo, es evidente que se puede confiar en ellos. Balcells -que debutó con Manuel Santana en Nueva Zelanda- lleva dos victorias en dos partidos. Y eso hay que tenerlo en cuenta".
El compromiso no era sencillo para Corretja y Balcells. El doble italiano se distingue por su efectividad. En la Copa Davis, Gaudenzi y Nargiso presentaban un saldo de seis victorias y dos derrotas. Pero ayer toda esta leyenda quedó reducida a la nada tras la severa penalización que les impusieron los dos españoles. Para los italianos fue un golpe duro. Desde el principio habían planteado como único punto asequible el del doble. Lo daban como seguro. Y más teniendo en cuenta que sus rivales actuaban juntos por primera vez y llevaban menos de una semana de entrenamientos.
La imagen que ofrecieron los italianos no se alejó mucho de la que había preconizado el legendario Nicola Pietrangeli, representante de la Federación Italiana en Murcia, cuando dijo que sus jugadores eran "malos". Gaudenzi le dio réplica en su conferencia de prensa, pero fue incapaz de dársela en la pista. Allí, el dúo debutante fue el mejor. Corretja comenzó dejando la responsabilidad a Balcells (1,90 metros), que la asumió sin ningún problema, rompiendo la bola cada vez que se le colocaba a tiro y manteniendo su servicio con solvencia. Pero luego, cuando Balcells concedió el único break español en el segundo juego de la segunda manga, surgió el gran Corretja y comenzó a dejar constancia de la clase que atesora. "Ha realizado 10 o 12 puntos propios de un fuera de serie", reconoció Paolo Bertolucci, capitán italiano.
La cuestión es que Corretja y Balcells, 216º mundial y cuyo principal mérito fue alcanzar este año las semifinales en Auckland, ofrecieron una imagen combativa, firme, alejada de la que se había visto en el doble español en los últimos años. Y esa dinámica es la que se está implantando en el equipo español. La primera prueba de fuego del G-4 (Duarte, Perlas, Vilaró y Avendaño) se saldó con sobresaliente. Las dudas que se crearon en torno a este invento español potenciado por la federación, único en el mundo entero, comienzan a disiparse. Las cosas funcionan. Y hoy, Albert Costa y Pato Clavet, que jugará el último punto y lo hubiera disputado igual si la eliminatoria no hubiera estado decidida, deben corroborarlo.
Quieren ganar por 5-0. Pero en la cabeza de todos los componentes del equipo ya está metida la eliminatoria contra Rusia, que también se aseguró ayer ante Bélgica su pase. Peor lo tiene el equipo de Estados Unidos que capitanea John McEnroe, que tras el partido de dobles de ayer, pierde ante Zimbabue por 2-1.
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