Engaño

Soy una señora de San Rafael (Segovia) y mi nombre es Azucena. Mi hija es profesora de inglés. Tenía un trabajo pequeño, cuatro horas a la semana en una academia de Madrid. Era poco, pero era algo.Mirando su periódico vio que solicitaban profesores para un centro de Pozuelo de Alarcón para todas las tardes. Tras escoger su currículo y pasar la entrevista con la dueña de la franquicia, María, y su jefa de estudios, Sara, la cogieron.

Hizo el training (cinco días), y el último le dijeron que tenía que presentar la demanda de empleo, o sea, darse de baja en su antigua academia para darle de alta ellos.

Una vez hecho, al ir al centro porque su jefa la requería, se supone que para firmar el contrato, le dicen que no la cogen. Ha perdido su trabajo, y esto es muy duro.

Al preguntar que por qué hacían eso, le respondieron que su perfil no encajaba, cosa que deberían haber visto durante la entrevista personal y el training. Legalmente no podemos actuar contra ellos, al no haber contrato.

Me siento impotente ante esta injusticia, y desde este medio apelo a que se haga justicia, primero como trabajadora y después como madre.

No hay derecho a que utilicen así a las personas y a que les quiten lo poco que tienen.-