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REACCIÓN INTERNACIONAL CONTRA AUSTRIA

La ambición del eterno segundón

Sobre el escenario vienés ha cobrado protagonismo un personaje de perfil aparentemente secundario que lleva ya 11 años en el Gobierno de Austria. A sus 54 años ve realizado el sueño de su vida: con suerte y con Haider ha llegado a ser canciller de Austria.Wolfgang Schüssel tiene el futuro de Austria en sus manos. Sorprende que sea precisamente el jefe del Partido Popular, motor incansable en el proceso austriaco de integración europea, quien se atreve a hacer oídos sordos a las advertencias de la UE. También es inesperada la fidelidad que le demuestran sin excepción todos los miembros de su partido, contentos de romper la cadena ininterrumpida de 30 años de cancilleres socialdemócratas.

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Más que un 'neonazi', un oportunista

El jefe del Partido Popular (ÖVP), ministro de Asuntos Exteriores saliente del aún vigente Gobierno interino, ya no quiere tener nada que ver con el Partido Socialdemócrata (SPÖ), su aliado en las últimas cuatro legislaturas. Quedó bien claro cuando, con su intransigencia en pormenores, Schüssel impidió reanudar la vieja coalición con los socialdemócratas. El hombre de la pajarita no pareció esmerarse mucho en buscar una vía para un Gobierno estable sin la ultraderecha. Sólo con Haider quedaba para él vacante el máximo cargo en el Gobierno.

Espectacular carrera la de Schüssel, teniendo en cuenta que fue el gran derrotado en las pasadas elecciones de octubre.Quedó en tercer lugar, con un 27% y sólo 400 votos menos que la ultraderecha. Según los sondeos, desde entonces ha seguido perdiendo popularidad. Jugador innato, muestra un impresionante talento para sacar provecho de callejones sin salida.

En 1995, precisamente cuando dentro del partido se puso en juego su cargo de ministro de Economía (1989-1995), conquistó la presidencia del ÖVP y se convirtió en vicecanciller y ministro de Exteriores de Austria. El mismo año, tras divergencias con los socialistas para lanzar un plan de austeridad, logró que se convocaran elecciones anticipadas, pero no consiguió su anhelo: convertirse en canciller.

En 1996, por el contrario, conquistó el primer lugar para su partido, de clara línea europeísta, en las elecciones al Parlamento Europeo. En las últimas Europarlamentarias (1999), el ÖVP perdió puntos. Según los analistas, esto ocurrió por pronunciarse contra la neutralidad de Austria, un punto en común con el FPÖ de Haider.

Hasta el momento, la prensa internacional no halló en Schüssel un personaje digno de titulares, salvo por una torpeza cometida en 1997. Durante la cumbre de la UE en Amsterdam, en un desayuno informal con algunos periodistas, el jefe de la diplomacia austriaca comentó que el jefe del Bundesbank alemán era un "cerdo imbécil". El percance de Schüssel pasó a la historia como "el escándalo del desayuno".

Wolfgang Schüssel nació en Viena el 7 de junio de 1945, apenas acabada la IIGuerra Mundial. Tuvo una juventud sin contratiempos. Visitó una escuela pública de alto nivel y estudió Derecho. En su partido fue secretario del grupo parlamentario entre 1968 y 1975, y secretario general de la Asociación de Economía del ÖVP antes de ingresar en el Gobierno como ministro de esa cartera.

En calidad de segundón con la izquierda en el Gobierno, el defensor incansable de la privatización no consiguió que cuajara su ideal resumido en el lema "Menos Estado, más privado", que encuentra mejor eco entre los derechistas de Haider. A Wolfgang Schüssel le gusta tocar el piano, dibujar caricaturas y escribir cuentos para niños. Está casado con una psicóloga y tiene dos hijos.

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