Los accionistas aprueban la operación para tomar el control de las filiales latinoamericanas
La junta extraordinaria de accionistas de Telefónica, que como es habitual desde que la preside Juan Villalonga se desarrolló entre fuertes medidas de seguridad y en dos salas diferentes, aprobó ayer una ampliación de capital por un valor nominal de 922 millones de euros (153.416 millones de pesetas) previa al lanzamiento de las ofertas públicas de adquisición (OPA) por el 100% de las participadas en América Latina. Si culmina las OPA, Telefónica, que ayer valía 15,85 billones en bolsa, incrementará su valor en otros 4,32 billones (valor de ayer) y se colocará entre las primeras de Europa por capitalización.
"Hay momentos en los que es preciso dar un salto adelante", comenzó diciendo Villalonga a los accionistas para convencerlos de la oportunidad de afrontar la operación más importante en la historia de la compañía: la mayor ampliación de capital de cuantas se han realizado hasta ahora en España y el lanzamiento de ofertas públicas de adquisición por los títulos que aún no controla en Telefónica de Argentina, Telefónica de Perú y las brasileñas Telesp y Telesudeste Celular. "Quienes permanecen quietos están condenados a desaparecer", sentenció.La operación se hará mediante un canje de acciones de las participadas por los nuevos títulos de Telefónica, por lo que era preciso que los actuales accionistas de la operadora renunciaran al derecho de suscripción preferente. Aunque con algunas quejas de pequeños accionistas, al final, Villalonga consiguió que la junta respaldara sus planes. Según datos de la compañía, la asamblea alcanzó un quórum del 40,77% y las propuestas del consejo de administración fueron aprobadas por una mayoría superior a las dos terceras partes de las acciones presentes o representadas en la junta.
Villalonga proclamó que la operación supondrá que Telefónica pasará a ser una de las pocas empresas mundiales con un valor superior a los 100.000 millones de dólares (cerca de 17 billones de pesetas) y de hecho, la compañía se encuentra ya muy cerca de los 16 billones, con lo que se coloca entre las mayores de Europa.
Frente a las críticas de algunos accionistas que seguían la junta desde una sala distinta a la del consejo de administración, Villalonga defendió su gestión afirmando con rotundidad que el crecimiento de la compañía "no ha sido fruto del azar y de la casualidad", sino de "la visión estratégica", "el trabajo en equipo con una organización dinámica" y el acierto en convertir retos en oportunidades. Aunque el día anterior, Villalonga había cesado al primer ejecutivo de su filial de Internet, afirmó que "Terra es el ejemplo de lo que queremos hacer en el futuro" y reiteró que "hay que profundizar en la integración de negocios globales". Los cambios afectaron ayer a Terra, que se dejó un 2,88%, aunque su valor se mantiene por encima de cuatro billones de pesetas.
En la sala B, un grupo de 19 trabajadores lució una pancarta contra los despidos y la especulación en Telefónica y en demanda de empleo estable, sin que se produjeran incidentes.
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