Los sindicatos garantizan a Almunia y Frutos su total apoyo al pacto de gobierno PSOE-IU

Antonio Gutiérrez y Cándido Méndez, líderes de CCOO y UGT, los dos sindicatos mayoritarios, expresaron ayer de forma conjunta su apoyo total al acuerdo electoral alcanzado entre el PSOE e IU en busca de un Gobierno de izquierdas. Los sindicalistas santificaron el pacto después de reunirse, por separado, con los dirigentes de ambas formaciones políticas, Joaquín Almunia y Francisco Frutos. Por respeto a su propia autonomía, ninguna de estas centrales pedirá el voto para algún partido concreto, pero sus dirigentes van a "canalizar" las "esperanzas" creadas por el acuerdo hacia la victoria electoral.

"La autonomía no está reñida con los anhelos políticos", dijo Antonio Gutiérrez, que se mostró más explícito y contundente que su compañero Cándido Méndez. El apoyo de Gutiérrez, líder de CCOO, es especialmente significativo porque en los últimos años había mantenido varios enfrentamientos con dirigentes de IU, en especial con el que sigue siendo coordinador general de esta coalición, Julio Anguita, y con Francisco Frutos, en su calidad de secretario general del PCE, después de que diferentes miembros de IU y del PCE, que también lo son de Comisiones Obreras, se decantaran por el sector crítico del sindicato, liderado por Agustín Moreno.En la reunión también estuvo José María Fidalgo, el próximo líder de CCOO, con lo que se interpreta que las bases para las relaciones de futuro entre este sindicato e IU se están forjando.

La neutralidad y autonomía respecto a los partidos políticos de la que hacen gala habitualmente los sindicatos no les impidió mostrar su satisfacción por el pacto alcanzado entre los dos grandes partidos de la izquierda. Gutiérrez se lanzó incluso a opinar sobre la gestión económica que realizaría un Gobierno formado por el PSOE e IU. "Estos dirigentes", dijo refiriéndose a Almunia y Frutos, "son muy solventes para gobernar este país, mantener los logros que ha alcanzado España y hacer que prospere más y mejor por la senda de la generación de riqueza y su distribución con más equidad social y más justicia que la que ha demostrado el PP".

Méndez fue menos enfático, aunque también quiso dejar clara la satisfacción de UGT, la organización que lidera, por el "horizonte político nuevo que se abre en España", para añadir luego que las reivindicaciones de los sindicatos se sienten "muy cómodas" en el marco del acuerdo programático alcanzado entre el PSOE e IU.

Tras la entrevista, Almunia mostró su alegría. "He pedido a los líderes sindicales que en la medida que les parezca positivo el acuerdo lo den a conocer entre los trabajadores", señaló consciente de que Gutiérrez y Méndez habían acogido con satisfacción los contenidos programáticos del pacto. "Yo no busco al explicar el programa que los sindicatos lo firmen", continuó Almunia, "ésa no es su responsabilidad, pero como organizaciones que defienden los intereses de los trabajadores y en la medida que el acuerdo les parezca positivo, pido que lo den a conocer ya que responde a las aspiraciones de los trabajadores".

Seguir peleando

Frutos agradeció la acogida que los sindicatos han brindado especialmente al aspecto programático del acuerdo, y se colocó en la tesitura de un Gobierno de ambos partidos para animar a las centrales a seguir "peleando" por los derechos de los trabajadores con un "nuevo interlocutor", que sería un Gobierno "de izquierdas". El máximo representante de IU, ya que el coordinador general, Julio Anguita, ha debido pasar a un segundo plano por estar convaleciente de una operación de corazón, reconoció que la "imagen" de su coalición ha salido reforzada tras la negociación con el PSOE, que ha concluido en un pacto programático, en otro para apoyar la investidura de Almunia y en otro para concurrir juntos al Senado.

En esta reunión se guardó cierto ritual tanto por parte de los sindicatos como por parte de los dos líderes políticos. Almunia se entrevistó en primer lugar y a solas con Méndez y Gutiérrez, junto con otros sindicalistas de las dos organizaciones, en la sede de UGT. Minutos después de que Almunia abandonara el edificio llegaba Frutos. Tanto Gutiérrez como Méndez agradecieron a ambos que hayan tenido la deferencia de acudir como primera medida a reunirse con las organizaciones obreras para darles a conocer de primera mano los contenidos del acuerdo.

El compromiso del PSOE e IU de buscar medidas legales para reducir la jornada laboral a 35 horas semanales fue acogido con parabienes por ambos sindicatos. No así por los empresarios y el Gobierno del PP. El secretario general del Círculo de Empresarios, Vicente Boceta, advirtió ayer de que la reducción "puede contribuir a destruir muchos puestos de trabajo". El presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, indicó que la reducción como tal "no sirve para crear empleo". Para el Instituto de la Empresa Familiar, imponer la semana de 35 horas mediante una normativa legal es "una simplificación" que no puede beneficiar a nadie en términos generales y se trata de un asunto que debe negociarse en cada sector productivo. Para el secretario de Estado de Economía, Cristóbal Montoro, el caso de Francia es "un ejemplo bien claro" de las dificultades que presenta reducir la jornada laboral. A unos y otros les respondió anoche Almunia desde Jaén. "La jornada de 35 horas es un objetivo deseable. Bien desarrollado e instrumentado permite hacer compatible una mayor posibilidad de crear puestos de trabajo con el mantenimiento de los costes de las empresas".