Roldán dice que Vera le encargó eliminar a Bayo y Dorado en 1991
El exdirector general de la Guardia Civil Luis Roldán, preso en la cárcel de Brieva (Ávila), donde cumple una condena de 31 años, afirmó ayer en el juicio por el caso Lasa-Zabala que el exsecretario de Estado Rafael Vera le encargó en 1991 la eliminación física de los guardias Enrique Dorado y Felipe Bayo, después de que éste último, en un momento de depresión, se presentase en la Audiencia Nacional para contar al juez Garzón lo ocurrido con los etarras. La propuesta, según Roldán, fue del abogado Jorge Argote, pero el encargo, de Vera.
Según Roldán, que ayer compareció con un traje gris que le quedaba a todas luces estrecho, el jefe del Servicio de Información de la Guardia Civil, el coronel Ángel López, le informó en agosto de 1993 de que Bayo había intentado presentarse en la Audiencia Nacional para hablar con Garzón del secuestro y asesinato de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala. Todavía no se había identificado a los dos cadáveres aparecidos en Busot (Alicante). Garzón no estaba y dos guardias que prestan servicio en la Audiencia le convencieron para que se fuera.Roldán agregó que al día siguiente fue llamado al despacho de Vera, donde Argote les informó de lo ocurrido y del riesgo que suponía para el Estado, y que había que parar aquello. Argote explicó que Bayo y Dorado habían participado en el secuestro de los dos etarras y que un tercer guardia tenía en su poder documentos como cintas y papeles sobre el asunto. También habló del enterramiento de Lasa y Zabala y de que Argote propuso la eliminación física de los guardias Bayo y Dorado. Vera dijo entonces que había que hacer algo y que Roldán se tenía que encargar de hacerlo porque era un tema de la Guardia Civil y, al ser Roldán su director general, le tocaba "apechugar". Roldán dijo que no estaba dispuesto a asumir "esa barbaridad" y el entonces ministro José Luis Corcuera le dio la razón.
Otras soluciones
En la búsqueda de otras soluciones y a propuesta de Argote, Roldán ordenó al general Félix Pérez Navas que hiciera gestiones para que Bayo ingresara en tratamiento en el Hospital Psiquiátrico Militar, a pesar de que ya había perdido la condición de militar. Este general, que declaró a continuación, confirmó que efectivamente hizo esas gestiones con éxito.
El testigo dijo también que Vera le ordenó que entregase dos millones a Argote para que éste pagase la factura del tratamiento de Bayo en la Clínica López Ibor. Este pago, según Roldán, lo efectuó el jefe de su Secretaría, el entonces teniente coronel Manuel Fuentes Cabrera. Este militar declaró poco después y confirmó que efectuó el pago a Argote, quien firmó un recibo.
El exdirector de la Guardia Civil, que se extendió sobre muchos extremos, como que el policía Ángel López Carrillo viajaba casi siempre con Julen Elgorriaga (ex gobernador civil de Guipúzcoa) cuando él le visitaba, o que Vera pagó un curso de piloto a Bayo con fondos reservados, reconoció que tiene animadversión hacia Vera, lo que en principio invalida su testimonio, salvo por los datos que han ratificado los que fueron sus subordinados y que han sido confirmados documentalmente.
Roldán dijo que la animadversión no le impedía decir la verdad: "Vengo a decir la verdad y lo que lamento es que en este banco de acusados no estén todos los que deberían estar, que son los que en su momento dieron las órdenes para que se cometiera, no sé si este acto, pero desde luego todos los actos que tienen que ver con la guerra sucia. Me parece lamentable, pero es así".
Las defensas no quisieron interrogar a Roldán para restar credibilidad a su declaración.
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