El Ayuntamiento de Elche permuta un solar por un precio tres veces inferior al del mercado

El Ayuntamiento de Elche ha consumado una operación de permuta de terrenos en la que se valora tres veces por debajo del precio de mercado un solar de titularidad pública de 24.888 metros cuadrados, situado en la zona costera de Arenales del Sol. Esa parcela es hoy propiedad de la sociedad Promociones y Ventas La Loza, que entregó a cambio un solar de 7.526 metros del polígono de Carrús. El suelo industrial se tasó a su valor real de 7.500 pesetas el metro, mientras el de uso turístico se valoró a 2.267 pesetas, cuando en el mercado alcanza al menos las 10.000 pesetas.

En el último pleno ordinario celebrado en el Ayuntamiento de Elche, el pasado lunes, se incluía un punto que levantó las sospechas de los partidos de la oposición al alcalde socialista Diego Macià. Se trataba de una operación de permuta de una parcela pública, en la zona turística de Arenales del Sol, por un solar situado en el polígono industrial de Carrús, que el municipio requería para habilitar viales. En el expediente administrativo, plagado de operaciones aritméticas, el valor que se daba a ambas propiedades era idéntico, cuando a precio de mercado la finca municipal supera, en mucho, la tasación de los técnicos municipales, que el PSPV aprobó en solitario.La operación establece un trueque: 7.526 metros cuadrados de suelo industrial sito en el barrio de Carrús, propiedad de la firma Promociones y Ventas La Loza, de la que es apoderado Ramón Salvador Águeda, presidente de la Asociación de Constructores de Elche, por 24.888 metros de suelo público en la pedanía turística de Arenales del Sol.

Los cálculos realizados para llegar a la permuta toman como base inicial el precio real del suelo de Carrús, a razón de 7.500 pesetas el metro cuadrado. Los 56,4 millones de pesetas resultantes fueron divididos por los técnicos entre los 24.888 metros cuadrados de Arenales, lo que les llevó a fijar un precio de 2.267 pesetas el metro cuadrado en la zona costera, tres veces menos del valor que alcanza en el mercado.

Constructores y promotores de Elche consultados por este diario calificaron de "irrisoria" la cifra. Por un terreno de estas características, ellos pagan un mínimo de 10.000 pesetas el metro. En ese pleno, celebrado el lunes, los socialistas rechazaron la solicitud de EU y PP de encargar una tasación independiente antes de aprobar la operación y ejecutar la permuta.

El informe técnico señala como elemento de valoración económica el volumen de edificabilidad que diferencia a ambas zonas del término municipal de Elche. En Carrús es el triple de la permitida en Arenales.

La portavoz de EU, Ángeles Candela, pone ejemplos para demostrar su teoría de que se trata de una operación "a medida" en beneficio del promotor: el Ayuntamiento expropia terreno rústico, para la construcción de la ronda norte, a razón de 2.696 pesetas el metro cuadrado, 400 pesetas por encima del valor del suelo que acaba de conceder en la zona costera.

La ley del suelo valenciano establece que el precio del terreno público, para casos de permutas, subastas o ventas, se fijará según su valor en el mercado. Para EU, en este caso no se ha cumplido.

Urbanización pendiente

El equipo socialista de gobierno alega por su parte que el terreno de Arenales se permuta sin urbanizar, "por lo que el promotor tendrá que añadir cerca de 12.000 pesetas por metro cuadrado" que costarán las obras. Según el concejal de Urbanismo, José Ferrández, el Consistorio ha ganado en la operación un 125%, ya que, hace años, compró los terrenos de la costa a 1.000 pesetas el metro cuadrado.

El edil justifica así la negativa a recurrir a un tasador independiente: "En el Ayuntamiento siempre ha prevalecido el informe del arquitecto municipal, y ahora no hay ningún motivo para que su criterio sea sometido a una tasación exterior".

El expediente cuestionado se inició en 1991, cuando el Ayuntamiento se planteó expropiar para habilitar viales en Carrús.

El PP reclama explicaciones del cambio. Para su portavoz, Fernando Vargas, "debía ejecutarse la expropiación", y no una permuta. "El proceso no es transparente, y nos lleva a pensar que la empresa ha recibido trato de favor", añade.