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La Diputación de Guipúzcoa reduce a 3.500 las horas extras, un 86,5% menos que hace cuatro años

Mikel Ormazabal

La Diputación de Guipúzcoa ha reducido en un 86,5% el número de horas extraordinarias pagadas a su personal, que han bajado de 26.000 a casi 3.500 entre los años 1995 y 1999. La institución foral ha logrado ahorrarse una cantidad algo superior a 56 millones de pesetas, pues inició el anterior mandato consumiendo 70,6 millones de pesetas (336.556 euros) en el pago de las 26.000 horas extras de 1995, y lo cerró el año pasado con un gasto cercano a los 14 millones de pesetas. La institución foral tiene una plantilla de 1.700 trabajadores cuyo coste alcanza los 10.664 millones.

El diputado de Presidencia de la institución foral, Joaquín Villa, de Eusko Alkartasuna, confía en mantener de ahora en adelante esta línea de contención de las horas extraordinarias, aunque también reconoce que "va a resultar muy difícil recortar más estas cifras, debido a que se realizan sólo aquellas que surgen motivadas por razones de fuerza mayor y están relacionadas con servicios en situaciones de emergencia, como las nieves, las heladas o los desprendimientos".Joaquín Villa destaca la importante disminución del capítulo primero de los presupuestos forales -el correspondiente a los gastos corrientes de personal-, que se ha conseguido gracias a la aplicación de una política de reducción de horas innecesarias que la Diputación comenzó a poner en práctica al inicio de la pasada legislatura, cuando Villa tomó posesión de su cargo en el Departamento de Presidencia.

La Diputación de Guipúzcoa cuenta con una plantilla de 1.700 trabajadores que deben realizar 1.660 horas al año, según se establece en el convenio vigente. La institución foral destinó el año pasado una partida de 10.664 millones de pesetas (64 millones de euros) para sufragar los salarios de sus empleados.

El número de horas extraordinarias ha experimentado un vertiginoso descenso -16.400 horas en 1996, 13.000 en 1997, 5.500 en 1998 y 3.500 aproximadamente el año pasado-, fruto de desarrollar una política de fuertes restricciones en el gasto de personal en la legislatura anterior. Durante 1999, a falta de realizar el recuento definitivo correspondiente al mes de diciembre, los empleados de la Diputación de Guipúzcoa rebajaron en un 36% las horas extraordinarias, al pasar de las 5.500 con que comenzó el año a las 3.500 horas extraordinarias actuales.

De esta manera, la Diputación guipuzcoana presenta un ratio presupuesto-gasto de personal del 14%, apunta Joaquín Villa, el más bajo de las tres diputaciones y de todos los ayuntamientos de la provincia, algunos de los cuales alcanzan el 50% sobre su presupuesto municipal.

Compensar con tiempo libre

Según el diputado foral de Presidencia, "se han combinado diferentes medidas para el buen fin del proyecto, comenzando por el análisis y redefinición de lo que se considera hora extra de fuerza mayor, las ocasionadas o las aisladas, diferenciándolas de aquellas otras horas que tienen un carácter más estructural".

El siguiente paso dado por su departamento ha consistido principalmente en el cuestionamiento de las horas extraordinarias de carácter estructural para después tratar de eliminarlas utilizando medidas de flexibilidad organizativa.

A estas medidas se han unido otras soluciones, como la compensación en tiempo libre en algunos casos y la eliminación de las horas consideradas innecesarias. Asimismo, se ha puesto en marcha un sistema de control de presencia que regula la estancia del personal en el puesto de trabajo y permite obrar con datos, a la vez que se posibilita la transparencia de la actuación de los trabajadores, que reciben mensualmente una hoja de incidencias.

A juicio del diputado de Presidencia, la Diputación de Guipúzcoa "cuenta con garantías de que a finales de este año el programa lleve la misma dirección para conseguir congelar las horas extras que actualmente se están pagando a los trabajadores, "siempre y cuando las situaciones excepcionales así lo permitan".

Junto a este esfuerzo de racionalidad, Joaquín Villa reconoce que "la erradicación definitiva de las horas extras es muy difícil".

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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