Oro épico para Suecia
El arte pudo con la máquina rusa (32-31) en una final épica, con dos prórrogas. Las leyendas vivas de Suecia, que anunciaron su retirada tras los Juegos de Atlanta, añadieron más oro a su cofre de medallas tras remontar varias veces lo que parecía imposible: por ejemplo, 9-15 en el descanso. Reforzados por el bombardero Lövgren, ausente por lesión contra España, y con Gentzel ejerciendo como mejor portero del mundo, los maestros suecos más brillantes fueron el pivote Wislander y los extremos Thorsson y Franzen, cuyos goles ensalzaron la belleza del balonmano.Suecia es una piña de amigos con preparación exquisita. Hacen turismo en las sedes de los campeonatos con un año de antelación para no sentirse reprimidos cuando van del hotel a la pista y viceversa durante los mismos. Se llevan el café de su país y reciben la prensa diaria para no bajar al bar. Producen películas de vídeo en grupos de cuatro para reforzar el espíritu de equipo y la creatividad. Entrenan con música. Tal vez se retiren después de Sydney. Tal vez.
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