"Piezas curiosas"

Con esas palabras se han presentado en los distintos medios de comunicación el cadáver y la cabeza disecados de dos toros exhibidos en la muestra Tauromaquias que podemos "contemplar" en Vitoria. Es increíble cómo se obvia el hecho de que estas "piezas curiosas" son, en realidad, cadáveres de animales que nacieron y fueron criados con el único fin de ser torturados en el ruedo hasta la muerte. Porque si dejamos a un lado el folklore, la cultura, la ecología o los factores económicos, lo único que queda en las corridas de toros es el fenómeno del sufrimiento, del dolor y de la muerte infligidos de forma cruel y gratuita a un animal, con un objetivo tan trivial y prescindible como disfrutar del espectáculo.Cuando una persona adquiere una localidad para la plaza de toros, cuando un comerciante permite la colocación de un cartel en su establecimiento, cuando una institución apoya la celebración de estos eventos, cuando un medio de comunicación informa sobre una corrida de toros, cuando una firma comercial utiliza determinada estética, cuando una sala exhibe cadáveres de animales torturados,... cuando todo esto sucede, se está apoyando la tortura.- .