El fiscal pide 18 años de cárcel para un hombre que mató a su esposa El acusado asestó 20 cuchilladas a su mujer y luego se entregó
Una riña conyugal acabó de la peor manera el 21 de octubre de 1998. Lila Nasseri, de 37 años, murió acuchillada por su marido, Mohamed F., de 57, en el domicilio de ambos. Recibió la mujer, según la acusación del fiscal, hasta 20 cuchilladas. Arrepentido, Mohamed cogió a su hija de cuatro meses en brazos y acudió a la comisaría para confesar su acción. Ahora se enfrenta a una petición de cárcel de 18 años. Su abogado defiende que sean sólo 10 años por entender que en el crimen concurrieron las atenuantes de arrepentimiento espontáneo y obcecación.
La Fiscalía de Madrid solicita 18 años de cárcel para Mohamed F., al que acusa de matar a su esposa de 20 cuchilladas tras una discusión conyugal. Los hechos que serán juzgados se sucedieron el 21 octubre de 1998 en el domicilio familiar, situado en el número 78 de la calle de Ponzano.Tras el crimen, el acusado cogió en brazos a una hija del matrimonio, de cuatro meses, y se presentó con ella en la comisaría de Chamartín, donde confesó su terrible acción.
La Comunidad de Madrid se ha hecho cargo de la menor, además de personarse en el juicio como parte, dado que ostenta la tutela de la pequeña.
El fiscal afirma que, aquel 21 de octubre de 1991, Mohamed mantuvo "una acalorada discusión con su mujer, Lila Nasseri, de 37 años" que se tornó en violencia física y que llevó al marido a coger un cuchillo, de 23 centímetros de hoja, con el que asestó a la mujer hasta 20 puñaladas, una de ellas, en el hueco axilar, que determinó su muerte. El ministerio público le atribuye un delito de asesinato en el que concurre la atenuante del arrepentimiento espontáneo que le llevó a confesar los hechos a la comisaría de policía.
Indemnización
La abogada encargada de representar a la Comunidad de Madrid, que actúa como acusación particular, reclama para el acusado, aparte de una pena de 18 años de prisión por asesinato, que indemnice a la hija de la víctima con 20 millones de pesetas. La Comunidad de Madrid, a través de la consejería de Servicios Sociales, se encarga del cuidado de la cría desde que ocurrieron los hechos.
La defensa admite la autoría del crimen, pero pide que la pena sea de 10 años de cárcel por entender que concurren dos atenuantes en la conducta de Mohamed F., arrepentimiento espontáneo y arrebato y obcecación.
El abogado ha llegado a esa conclusión tras argumentar que hubo una discusión en el matrimonio y que fue ella, la víctima, la que esgrimió primero un cuchillo con el que atacó al acusado y le provocó una herida en el brazo.
Deprimido
Al clavárselo y ver que intentaba matarle, el acusado, según esta versión del letrado que le defiende, arrebató el cuchillo a su cónyuge y, guiado por la obcecación, la apuñaló hasta la muerte. "Mi representado", señala la defensa en su escrito, "estaba en esa época deprimido por circunstancias familiares y a menudo tomaba Valium (para dormir) bajo control médico". Cuando ocurrió la tragedia, el hombre tenía 57 años y la mujer, 37. Según el letrado, la mayoría de las heridas que presentaba la víctima se las hizo ella misma en el forcejeo por intentar apuñalar a su marido.
El juicio se celebrará en la Audiencia de Madrid bajo la modalidad del jurado popular. La defensa ha pedido al tribunal que oficie a la embajada iraní, país en el que nació el acusado, para que ésta certifique si con arreglo a la ley de ese país es legítimo que un hombre mate a su mujer cuando ésta le ataca primero con un cuchillo.
El letrado avanza que la acción del marido no está penalizada en ese caso; es decir, cuando es ella la primera que ataca con el cuchillo.
El acusado se halla en la cárcel en la actualidad a la espera del juicio.
