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Calma tensa tras la tormenta en Premià de Mar

La alcaldesa afirma que no hay problemas de convivencia

Ayer se respiraba calma tensa en Premià de Mar, después de los altercados ocurridos el viernes por la noche entre un grupo de jóvenes de estética skin y grupos radicales que participaron en la concentración convocada por la Plataforma Antifascista del Maresme. En la calle de la Verge de Núria, donde viven buena parte de los inmigrantes que residen en esta población, el ambiente entre los vecinos autóctonos y los inmigrantes era enrarecido y crispado. Aunque no se produjeron incidentes entre las dos comunidades, se podía percibir que la chispa podía prender en cualquier momento, porque muchos vecinos del barrio del Maresme compartían la decisión de Rocío López, una vecina del barrio cuyo hijo resultó agredido presuntamente por un magrebí, de convocar una manifestación contra "grupos de inmigrantes violentos". En la convocatoria se mezclaron, sin embargo, otras motivaciones distintas de las referidas a la seguridad ciudadana; así, los convocantes se preguntaban: "¿Por qué ellos [los inmigrantes] tienen ayudas económicas y nosotros no?". La manifestación fue desconvocada a última hora, pero los incidentes han abierto más la brecha.Ayer sábado, mientras los pocos inmigrantes que se atrevían a opinar manifestaban sus deseos de integración, los vecinos autóctonos condenaban los altercados provocados por grupos de jóvenes violentos, pero no ocultaban su malestar por la situación que se vive en el barrio. Aunque no querían que se los calificara de racistas, los vecinos alegaban que la convivencia con ciertos grupos de inmigrantes es difícil y que lo sucedido el viernes "podría repetirse e incluso agravarse". Los habitantes de la calle de la Verge de Núria, una zona degradada, los acusan de provocar inseguridad ciudadana y se quejan: " ocupan las plazas y los parques y nosotros no podemos llevar allí a nuestros hijos".

Carmen Secanella

Premià pedirá daños y perjuicios a la vecina que convocó la manifestación

"Al final tendremos que tomarnos la justicia por nuestra mano", decían algunos vecinos mientras sus compañeros asentían. Otros hablaban en términos mucho más radicales y entre otras cosas afirmaban: "Los tendríamos que echar del barrio". Éste era el clima que se vivía ayer.Algunos inmigrantes magrebíes insistían en que los problemas de seguridad los causan grupos reducidos de jóvenes, entre los que también hay españoles. Nouredine y Hamedi, dos jóvenes marroquíes, lamentaron que algunos vecinos de la calle hubieran aprovechado los incidentes del día anterior para "lanzar piedras y macetas desde los balcones". Varios inmigrantes aseguraron no tener graves problemas de convivencia y achacaron los incidentes del viernes a un "problema personal entre dos españoles y dos marroquíes", problema que algunos atribuían a cuestiones de drogas.

El secretario general de CC OO, Joan Coscubiela, opinaba ayer en Mataró que los incidentes de Premià no se deben "a un brote racista, sino a un caso más de violencia juvenil", y pedía que "no se cuelgue a la inmigración y al racismo cualquier conflicto".

El joven Mohamed reconocía que ellos -los inmigrantes- tienen parte de culpa de que se haya llegado hasta esa situación, pero reclamaba facilidades para poder integrarse. "Para aplaudir no basta una sola mano, tienen que ser dos. Tenemos que entendernos", decía.

Desperfectos

Según informó la alcaldesa de Premià de Mar, María Jesús Fanego, el consistorio reclamará daños y perjuicios a Rocío López porque su convocatoria de manifestación fue lo que desencadenó los incidentes. "El Ayuntamiento no tiene por qué pagar los desperfectos que causaron jóvenes de otras poblaciones que acudieron a Premià atraídos por la convocatoria de esta mujer", dijo.

La alcaldesa afirmó que Rocío López "no sabía dónde se metía" cuando convocó la manifestación e insinuó que la había desconvocado cuando la advirtieron de la cuantiosa multa que debería pagar si se producían incidentes. La alcaldesa quiso minimizar lo ocurrido indicando que los incidentes "podían haber sido mucho más graves" si se comparan con lo sucedido en otras poblaciones. Fanego insistió en que en Premià de Mar "no hay mayores problemas de convivencia que en otros municipios". Tanto la alcaldesa como el concejal de Seguridad Ciudadana, Tomás Esteban, coincidieron en su convicción de que no se producirán nuevos incidentes. Pese a ello, el Ayuntamiento ha decidido doblar los efectivos de vigilancia de la policía local durante el fin de semana.

Los enfrentamientos entre grupos radicales se saldaron con seis heridos leves, entre los que había tres miembros del Cuerpo de Agentes Rurales de la Guardia Civil. Los otros tres heridos eran dos manifestantes y una chica que fue alcanzada por una piedra cuando iba por la calle. Durante los incidentes se produjeron también daños materiales.

Fuentes de la Guardia Civil informaron de que, aunque no hubo detenciones, se presentaron 10 denuncias contra jóvenes que llevaban drogas e iban armados con navajas, bates de béisbol, clavos y estacas de madera.

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