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Falta de profesionalidad JAVIER PÉREZ ROYO

En el acto de presentación de los cabezas de lista a las elecciones para el Congreso de los Diputados por las provincias andaluzas, el secretario general del PP, Javier Arenas, dijo el viernes pasado que cada día observa "mayor confusión y falta de seriedad" en la oferta de pacto por parte del candidato del PSOE, Joaquín Almunia, lo que demuestra que el partido socialista tiene "conciencia de perdedor". "Si el acuerdo se produjera", añadió, "supondría la renuncia, por primera vez en estos veinte años, del PSOE al espacio de centro y la presentación del señor Almunia como un candidato de la izquierda radical", lo que acabaría beneficiando electoralmente al PP, que "crece por el centro político".Me imagino que en el PP tienen que tener a partir de este momento un nuevo motivo de preocupación, porque si por algo se caracteriza el secretario general de dicho partido es por equivocarse en general y cuando habla en Andalucía en particular. Todavía se recuerda por estos pagos la campaña electoral autonómica de 1996 y la seguridad que el candidato Javier Arenas exhibió a lo largo de la misma acerca de su victoria. Después los resultados serían los que fueron. El PSOE, después de la estrategia puesta en práctica por el PP tras las elecciones del 94, estuvo a punto de recuperar la mayoría absoluta. Y Javier Arenas tuvo que salir huyendo de su tierra ante el pánico de tener que volver a presentarse como candidato a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

No parece que los años en los que ha estado haciendo política fuera de Andalucía hayan mejorado su capacidad de análisis y sus aptitudes como estratega político. Más bien parece todo lo contrario, a la vista de la estampida de sus más directos colaboradores, como el ministro Pimentel y la secretaria general, Amalia Gómez. ¿Puede tener conciencia de ganador quien ve cómo se produce la estampida de aquellos con quienes ha compartido su gestión al frente del Ministerio de trabajo? ¿Puede realmente confiar en la victoria quien está viendo lo que ocurre en su entorno más próximo? Encontrándose en la situación en que se encuentra, ¿quién debe tener conciencia de perdedor?

En todo caso, lo que no se entiende bien es la pasión que el secretario general del PP pone en atacar una oferta de pacto que no sólo no perjudica electoralmente a dicho partido, sino que lo beneficia. Si la consecuencia del eventual acuerdo del PSOE con IU fuera la de dejar el espacio de centro libre para que el PP pudiera apropiarse del mismo, ¿por qué ese afán en denunciarlo? Si la estrategia puesta en marcha por Joaquín Almunia es la estrategia de "un perdedor", ¿por qué no alegrarse de que haya tomado dicha iniciativa?

La verdad es que los dirigentes del PP están exhibiendo un nerviosismo impropio de políticos profesionales, además de una falta de cintura política notable. La incapacidad para reaccionar de manera creíble a la iniciativa de Joaquín Almunia los está dejando en evidencia.

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