Batalla campal entre un grupo 'ultra' y antirracistas en el Maresme

Las peores previsiones se acabaron cumpliendo ayer en Premià de Mar. Para las seis de la tarde habían sido convocadas dos manifestaciones, una con tintes considerados racistas, convocada por una vecina contra "los grupos de inmigrantes violentos", y otra contra el racismo convocada por organizaciones juveniles radicales autodenominadas antifascistas. El encuentro concluyó en una batalla campal entre ambos grupos.

De nada sirvió que, por la presión del Ayuntamiento, la primera manifestación fuera desconvocada a última hora. Los antifascistas, unos 200, sí acudieron para leer un manifiesto y todo transcurrió sin incidentes hasta que aparecieron unas docenas de jóvenes de estétita skin procedentes de otras poblaciones. En cuanto llegaron, comenzaron a provocar, primero con insultos, luego con piedras, hasta que lograron la respuesta, también violenta, de los antifascistas. Y el encontronazo derivó en una batalla campal en la que intervinieron con contundencia las dotaciones policiales.Durante toda la tarde se repitieron incidentes por toda la población que se saldaron con tres heridos de carácter leve. Una chica con un golpe provocado por una piedra en la cabeza, otro manifestante con un golpe en la cara y una mujer que sufrió contusiones durante una carga policial. También se produjeron numerosos daños materiales.

El brote racista explotó después de que una vecina de Premià de Mar, Rocío López, cuyo hijo había sufrido una agresión, convocara una manifestación contra grupos de inmigrantes violentos. La mujer acabó desconvocando la concentración, pero fue demasiado tarde. "He recibido llamadas de teléfono de gente que decía que quería venir en plan bestia a matar a la gente", explicaba ayer.

Insultos y piedras

Las autoridades gubernativas trasladaron a Premià a unos 70 agentes del cuerpo de los Agentes Rurales de la Guardia Civil. En la estación de Premià también había fuerzas del orden público para controlar la llegada de grupos radicales violentos en tren.

Estos llegaron cuando los convocados por la Plataforma de Jóvenes Antifascistas ya habían leído su manifiesto. Sólo eran unos 20, pero con claras intenciones de provocar altercados. En un primer momento sólo profirieron insultos e improperios. Los manifestantes de la Plataforma Antifascita decidieron entonces trasladarse hasta la calle Verge de Núria, donde viven numerosos inmigrantes, para acompañar a los africanos que habían acudido a la concentración pacífica. Cuando iba a iniciarse la marcha empezaron los altercados. Los skins lanzaron piedras y esto ocasionó las primeras cargas policiales que se repitieron a lo largo de toda la tarde.

La manifestación se dio por finalizada a las 20.30 horas, pero los incidentes no cesaron. Agentes de la Guardia Civil protegidos por escudos realizaron diversas cargas. De todas formas, las fuerzas de seguridad sólo utilizaron las porras para controlar a los manifestantes. En la calle Verge de Núria los grupos radicales increparon a los inmigrantes que allí viven y se repitieron de nuevo los incidentes, que terminaron poco después de las diez de la noche.