El PP pronostica toda clase de males si hay pacto

El Partido Popular salió ayer en tromba a contrarrestar las euforias levantadas en las filas de la izquierda con declaraciones sobre las consecuencias políticas y sociales que podrían derivarse de un hipotético acuerdo electoral entre socialistas e Izquierda Unida. El presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, diagnosticó que la negociación mantenida por ambas formaciones era "una manifestación clara de la impotencia de los socialistas que les ha llevado a pactar con todo el mundo en Baleares y en Cataluña". El dirigente popular situó las conversaciones en "la falta de programa, argumentos e ideas" de ambas formaciones, y aunque dijo no ser sociólogo aventuró que "este tipo de alianzas poco meditadas" van a perjudicar más al PSOE y a EU, "pues ponen en evidencia la asusencia de contenido y análisis". Zaplana aseguró que este pacto propuesto por los socialistas "es casi insultar a la gente", a la vez que arrojó una sombra de duda sobre el futuro del AVE de materializarse el acuerdo, puesto que "Izquierda Unida no es partidaria de este proyecto".

Zaplana afirmó que las conversaciones entre el PSOE e IU responden a un "ejercicio permanente de tener presencia en los medios de comunicación en época preelectoral", y añadió que el pacto "se retoma como estrategia porque en la Comunidad Valenciana [PSOE e IU] saben que no es posible y lo hacen porque no tendrán otra cosa mejor que hacer".

Más lejos aún fue el portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Maluenda, quien aventuró que en supuesto de que las direcciones del PSOE e IU alcancen un acuerdo electoral "se paralizarán obras como Terra Mítica, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Proyecto Cultural de Castellón, el AVE Madrid-Comunidad Valenciana y los trasvases previstos en el proyecto del Plan Hidrológico Nacional, además de subir los impuestos". Maluenda fundamentó este desenlace en que la oposición "ha manifestado ser contraria a estos proyectos".

Asimismo, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, afirmó ayer en Alicante que "las familias y las pequeñas empresas" serían los colectivos que "más perderían" con un hipotético gobierno formado entre el PSOE e IU.

Rato sentenció que esa situación política supondría "más impuestos y más paro", porque supondría recorrer "el camino contrario que necesita Europa y España" y "regresar al fatalismo político y económico". "Sería aceptar que todo, el paro, la inflación y el crecimiento económico, puede ir un poco peor", añadió el ministro.

Por otra parte, la cabeza de lista de Izquiera Unida al Congreso por Valencia, Presentación Urán, declaró ayer a Efe que era "muy lamentable que un partido político como el PP, que se denomina de centro, intente asustar a la opinión pública y decir que viene el coco, los rojos, por el posible pacto PSOE e IU".

Urán explicó, que muchas de las declaraciones de candidatos del PP "suenan mucho a la época de la dictadura franquista en la que se usaban los términos de comunistas, rojos y masones y son fruto de la vena tan poco democrática que late en el PP y que supone el abandono de su ansias de ser de centro". Urán dijo que IU "siempre se ha distinguido en su lucha por favorecer a las pequeñas y medianas empresas, mientras que el PP sólo ha favorecido a los grandes empresarios y a las multinacionales, y ha rebajado los impuestos a los grandes capitales".