"El PP pretendía recuperar la alcaldía a costa de las víctimas"
Recién salido del peor mes de su mandato, el regidor sevillano se confiesa exhausto por la crisis. Pese a ello, está más empeñado que nunca en subrayar que ejercerá su autoridad como alcalde.Pregunta. Da la impresión de que sólo usted cree cumplidos sus objetivos.
Respuesta. Lo cree más gente, pero se convirtió en disputa política. No van a reconocerlo quiénes se han preocupado más por la politiquería que por las personas.
P. Su figura ha salido dañada.
R. No estoy aquí para que mi imagen permanezca incólume porque no hago nada. Quien no arriesga ni toma decisiones tiene menos rasguños, el caso clarísimo es Soledad Becerril. Para salvaguardar su imagen nunca hizo nada importante. Yo me mojo y tomo iniciativas que me pueden costar algún desgaste, pero estoy aquí para hacer lo que tengo que hacer, que es ejercer de alcalde. Por encima de las cuestiones estratégicas, he puesto mis convicciones aunque me cuesten rasguños y deterioro de la imagen.
P. ¿Es para demostrar que tiene la autoridad?
R. En los últimos cuatro años, sólo había un papel decorativo en la alcaldía, sin ningún tipo de control ni de dirección sobre los asuntos municipales. La apariencia estaba por encima de cualquier otra consideración.Confieso que me está costando cambiar esa dinámica y esa mentalidad.
P. ¿La crisis le ha debilitado?
R. Creo que no. Si se refiere a las manifestaciones desabridas y agresivas hacia el alcalde de algunos ediles, es verdad que produce una sensación negativa. La otra alternativa es no hacer nada para que no haya tensiones. Prefiero el desgaste que suponga tomar iniciativas. Un gobierno de coalición no supone en ningún caso una alcaldía compartida, aunque se compartan las tareas de gobierno.
P. Rojas-Marcos dio la impresión de regañarle en el pleno.
R. Cada cual tiene su estilo. Hay un cierto sentido paternalista y un componente generacional en muchas actitudes. No se puede pretender que me sienta copartícipe de cuatro años de gobierno en los que el PSOE estuvo en la oposición. Nadie me puede exigir que me parezca bien todo lo que se hizo ni pedir ningún seguidismo, como tampoco lo exijo hacia nuestras posiciones.
P. Llegó a insinuar que se iría si no lograba sus objetivos.
R. Claro, y he conseguido mis objetivos. Si no, me hubiera ido.
P. No coinciden con lo inicialmente pretendido.
R. No hay variaciones respecto al objetivo. Cuando consulté sobre lo que se podría hacer para atender a las familias de las víctimas del Bazar España, me ofrecen vías legales, que luego el informe jurídico corrobora. Uno de los caminos novedosos es la responsabilidad objetiva. El informe jurídico dice que es un camino legal, pero lo desaconseja por los acontecimientos posteriores. Entre las alternativas me ofrece una vía asistencial y benéfica, que yo he descartado, y otra de solidaridad social, que no es altruismo, es algo a lo que tienen derecho unos ciudadanos. Me siento satisfecho, voy hacer lo que quería hacer.
P. Se agarra al lenguaje, pero la única vía que plantea el informe, una vez desaconsejada la de la responsabilidad administrativa, es la asistencial.
R. No dicen eso los juristas, que diferencian entre el altruismo en el ámbito de la caridad, o el derecho de base constitucional a la solidaridad social.
P. ¿Ha espoleado el PA al personal de Urbanismo contra usted?
R. Ya pasó. La posición de los trabajadores ha sido muy digna por encima de las presiones que hayan podido recibir. No han aceptado esa incitación a participar en algo que no iba con ellos.
P. ¿No se puede investigar a un empleado público?
R. Se puede criticar e investigar si hay razones para ello, pero yo no he planteado ninguna investigación sobre la responsabilidad personal de nadie, ni de trabajadores ni de políticos.
P. La esposa de una de las víctimas escribió en una carta que los políticos se comportaban como "aves rapaces al acecho metiendo cizaña para volver a coger otra vez el famoso sillón".
R. Sé que les ha molestado que una iniciativa tomada con el afán de atenderlas se convierta en un instrumento para la pelea política. Tengo esa misma percepción. Lamento profundamente que esta iniciativa se haya utilizado desde el punto de vista política. No somos una empresa de seguros pleiteando continuamente, no podemos enrocarnos frente a ciertas demandas ciudadanas. Si yo he cometido un teórico error en este proceso es porque me han preocupado más las personas que la politiquería. Me he encontrado con gente que piensa más en sus estrategias políticas o en quedar bien desde el punto de vista de la imagen
P. ¿El PA ha prolongado artificial la crisis para enviar un mensaje electoral?
R. No lo sé. Si se utilizara con esos fines, habría mucha mezquindad. No lo creo.
P. ¿No sopesó el riesgo al aprobar su decreto?
R. Cuando tomo la decisión veo que hay discrepancias entre el alcalde y el primer teniente de alcalde [Mariano Pérez de Ayala], que quería esperar a que terminara el proceso judicial. Diría que se produce un choque de coherencias. Al final prevalece mi criterio, pero ni yo ni nadie esperaba la dimisión.
P. ¿No se lo advirtió?
R. Nunca.
P. ¿No evaluó el riesgo de tomar una iniciativa desaprobada por sus socios?
R. Tomo una iniciativa en la que establezco un procedimiento. Para articularse tiene que pasar por los órganos correspondientes, pero en un momento determinado se sale de ese esquema por la dimisión, que no estaba sobre la mesa, y que sorprendió a todos, y subrayo lo de todos.
P. Visto ahora, ¿cree que se equivocó o volvería hacerlo?
R. No voy a renunciar a plantear iniciativas que considero interesantes. Un alcalde no puede renunciar a llevar la voz cantante. La alcaldía ha estado vacía durante cuatro años, y a mí me está costando algún disgusto recuperar esa función. Si se producen discrepancias, buscaremos resolverlas de la mejor manera.
P. Algunos dirigentes socialistas creen que no actuó de forma correcta.
R. El PSOE sabe desde el primer momento que iba a tomar esta iniciativa, y la han respaldado todos los dirigentes. Nadie ha discrepado de una iniciativa, bastante coherente con la filosofía del partido socialista sobre las relaciones que debe tener la administración con los ciudadanos.
P. ¿Han sido los dirigentes del partido los que le han sacado las castañas del fuego?
R. El acuerdo se ha establecido exclusivamente en el ámbito de los dos grupos municipales, a través de sus portavoces.
P. ¿Ve amenazas futuras para el pacto?
R. No. Estas cosas son crisis de crecimiento. Después de soportar estas tensiones, el gobierno va a estar reforzado. La coalición tiene amarres suficientes para soportar cualquier temporal. Esa vieja historia de la etapa anterior, que se sufría en silencio, crea un reconcomio y odios en la penumbra. Esto ha sido espectacular, con mucho alboroto, pero puede servir para que las cosas funcionen mejor. Ha habido excesos verbales que se entienden por el dolor de la dimisión de Pérez de Ayala.
P. ¿Le cuesta asumir sus rectificaciones?
R. He rectificado una vez, al principio [subida de sueldos]. No quería que nadie pensara que me importa el dinero. No he rectificado nunca más. Si tengo que hacerlo, lo haré. Se ha utilizado por los grupos políticos. Es un latiguillo que se ha fomentado, sobre todo desde el PP, que ha podido tener éxito en algunos medios. Matas un gato, y eres un matagatos. El PP se siente desairado y su actitud en este proceso ha sido deleznable, de un oportunismo descarado. No se han preocupado nunca por las familias más que para hacer caridad. Ahora quieren sacar tajada política, en vez de sentirse avergonzados por no responder antes, a ver si conseguían recuperar la alcaldía de Sevilla a costa de las víctimas del Bazar España.
Mil veces repetiría, si le preguntaran, que se ha salido con la suya en el caso Bazar España, a pesar de que el PA ha impuesto su criterio. Monteseirín acusa al PP de intentar sacar tajada política de una disputa que, dice, reforzará a su gobierno: "Estas cosas son crisis de crecimiento".
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