El Consejo de Europa renuncia a imponer sanciones a Rusia

El Consejo de Europa renunció ayer provisionalmente a imponer sanciones a Rusia, y le dio de plazo hasta abril para "hacer progresos" en materia de derechos humanos en Chechenia. En una recomendación adoptada por mayoría, la Asamblea de los 41 Estados miembros de este foro de defensa de los derechos humanos pide a Rusia un alto el fuego completo e inmediato antes de abril, que entable un diálogo político con las autoridades chechenas y que evite la repatriación forzosa de refugiados.Poco antes, los miembros de la Asamblea habían escuchado las palabras de Ígor Ivanov, ministro de Exteriores ruso, que intentó convencerles de que en Chechenia se defienden los intereses de la comunidad internacional en su conjunto, y de Europa en particular, que tiene que hacer frente, al igual que Rusia, a la amenaza terrorista. Ivanov rechazó, según la agencia Efe, la comparación entre el problema vasco y el del Cáucaso. Rusia, dijo, no se enfrenta a "un puñado" de terroristas que cometen atentados y luego "se esconden en Francia", sino a "miles y bien armados".

Ivanov admitió que "sólo puede haber una solución política" al conflicto, pero añadió que antes hay que restaurar el orden en la república caucásica. En cuanto a las acusaciones sobre la actuación de las tropas federales, aseguró que difícilmente se pueden violar los derechos humanos cuando éstos no existen. "¿Puede alguno de ustedes", preguntó, "asegurar que una sola norma del Consejo ha sido respetada allí en los últimos años?".

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, escucha argumentos parecidos en la visita de tres días a Moscú que inició ayer. Ya por la tarde, se entrevistó con los presidentes de las dos Cámaras y hoy tiene previsto hacerlo con el presidente interino, Vladímir Putin. En su agenda figura la discusión de la situación en puntos conflictivos como Tayikistán (Asia Central), Abjazia (Georgia) y el Alto Karabaj (que Armenia arrebató a Azerbaiyán). También se entrevistará con el jefe del espionaje exterior, Viacheslav Trúbnikov, en el capítulo mas enigmático de su estancia.