"Cada día hay en los periódicos diez historias para un montaje teatral"

Es, además del fundador, Albert Boabdella, el miembro más antiguo de una de las formaciones teatrales más históricas de España, Els Joglars. Jesús Agelet (Balaguer, 1954) forma parte del elenco de actores que estos días representan en Granada el último montaje de la compañía catalana, Daaalí, la recreación de la vida del pintor de Cadaqués que tiene como punto de partido el instante de su muerte. La obra, que está teniendo una enorme acogida en todo el país, vuelve a dejar sentado que Els Joglars, después de 38 años de carrera, son como los Rolling Stones del teatro: los más viejos, los más sabios y los reyes del cotarro. ¿La clave? Agelet responde rápidamente: "Hacemos teatro para divertirnos".P. ¿Cómo una compañía de teatro puede durar tanto?

R. Supongo que uno de los secretos es que nunca hemos hecho arqueología teatral, sino un teatro de creación total. En el franquismo había muchos grupos independientes que jugaban a burlar la censura. Con la llegada de la democracia esos grupos empezaron a desaparecer...

P. Como sucedió con muchos cantautores...

R. Eso es. No supieron adaptarse. Els Joglars, en cambio, supo pasar muy bien esa criba. Siempre hemos hecho un tipo de espectáculo diferente. Ningún montaje se parece al anterior, y eso se nota. Pero hay, sobre todo, una clave: hacemos teatro primero para divertirnos nosotros, y luego para divertir al público. Si no nos divirtiéramos, lo dejaríamos.

P. ¿Es difícil trabajar con Albert Boabdella?

R. En absoluto. Para él, el trabajo es un juego. Todos los montajes los empezamos más o menos igual. A partir de un folio, o medio folio escrito por Boabdella, empezamos a improvisar, a crear el espectáculo, que es el resultado de una improvisación colectiva a partir de un hecho cualquiera. En los periódicos cada día hay diez historias que podrían ser el argumento de una obra, diez historias para un montaje teatral. Boabdella tiene una enorme visión y va dirigiendo el desarrollo. A mí Boabdella sigue sorprendiéndome.

P. ¿Es su nueva obra una reproducción fiel de lo que fue la vida de Dalí?

R. La gente que haya leído sus autobiografías verá que somos muy fieles a ellas. Hemos quitado muchas cosas superficiales, como su franquismo o su monarquismo, que eran poses publicitarias, y no hemos centrado en aspectos más importantes. La obra narra su delirio ante la muerte. Van sucediéndose escenas que no están enlazadas de modo cronológico. Aparecen personajes como Lorca, Picasso, Hitler, Mussolini... en realidad, entre los nueve actores hacemos cerca de 70 personajes. Hemos invertido mucho esfuerzo en el montaje, incluyendo una enorme pantalla electrónica que es única.