"Una película siempre lleva la música dentro"

Compositor, actor, letrista, arreglista, director y productor de teatro. Es candidato al Goya a la mejor banda sonora original por su trabajo en Solas, de Benito Zambrano: 31 minutos de música compuestos hace un año en doce días y grabados en dos y medio. Antonio Meliveo (Málaga, 1958) creció escuchando Siete novias para siete hermanos y El mesías de Haendel. Dice que de ahí pueden sacarse sus influencias. Ha hecho bandas sonoras para teatro y danza; ráfagas publicitarias, iluminación y sonido para todo tipo de espectáculos, canciones y bandas sonoras o sintonías para teatro, cine, televisión, documentales y exposiciones. Meliveo es de todo menos un novato. Pero siempre ha tenido claro que cualquier logro es una mezcla de trabajo, curiosidad, pasión, más trabajo y una pizca de fortuna. Este año puede ser el suyo: al Goya que se jugará con Alejandro Amenábar (La lengua de las mariposas), Ángel Ilarramendi (Cuando vuelvas a mi lado) y Alberto Iglesias (Todo sobre mi madre) hay que añadir el éxito en Alemania de su ya premiada banda sonora para el montaje Rama de Málaga Danza, el de la banda sonora de la muestra Málaga, fragmentos de una travesía, el estreno de un proyecto personal entre teatro y cine (Cinematerror) y la nominación de la Asecan andaluza por la banda sonora de Solas. Pregunta. ¿Cómo se encuentra la música para una película?

Respuesta. La imagen tiene la música atrapada y, cuando encuentras la vena, fluye. Y entonces, la película dicta. Una película siempre lleva la música escrita dentro. En Solas yo quería que fuera, como dice Coppola, la influencia secreta. Si hay un arte que se parece a la música es el del cine, sobre todo en el proceso de edición.

P. ¿No le pone nervioso llegar y topar?

R. Nada de esto quiere decir nada. Ha habido premios Goya que no han vuelto a trabajar desde entonces. Pero no voy a deprimirme si pierdo, ni a sacar pecho si gano. Yo lo tengo mucho más sencillo que Benito.

P. ¿Qué le gusta de Solas?

R. Tras verla 180 veces en la mesa de montaje, me falta perspectiva. Sólo la he visto una vez en pantalla grande y necesito distancia. Aún hoy la veo y digo: "ahí entra música". Por los comentarios, creo que el gran valor de la película es que se asienta en la autenticidad más absoluta.

P. A usted le gusta mucho el cine americano. Sin embargo está ahí, en la avanzadilla de lo que muchos ven como la primera película andaluza adulta.

R. Yo me doy por colonizado desde que era un crío. Pero creo que parte de nuestra forma de ser radica en ser un poco fenicios: recibir lo ajeno, adaptarlo y devolverlo luego. Al cabo de los años lo prestado es ya nuestro y distinto. De todas formas, con todo esto Internet acaba en menos de 25 años...

P. Como compositor es bastante camaleónico.

R. Componer bien es componer mucho. La imaginación es un músculo que se ejercita. En ese sentido no soy nada autor. Siempre he trabajado en música aplicada, referida a un texto, una historia o unas imágenes. Eso me da un punto de partida que agradezco infinito. Si miro mi producción, no encuentro nada que haya hecho en soledad, desde la nada.

P. ¿Qué hay de aquel disco que estaba produciendo para su amigo Antonio Banderas?

R. Puede que comience a aparecer por Internet lo que está hecho.

P. Hizo la banda sonora previa de Crazy in Alabama. ¿Qué ha aprendido en EEUU?

R. A reafirmarme en cómo hacemos aquí las cosas. De allí envidio el tiempo que se toman para realizar un trabajo, y que es el público el que manda.

P. ¿Por qué la música en el cine es tan parecida entre sí?

R. En el cine la música funciona por repetición. Hay tipos de músicas que se repiten una y otra vez según los géneros. Imagínate lo que supone asociar la fuerza de una imagen a un tipo de secuencia musical. Si acierta, crea escuela. Cualquier niño si juega a los indios te hará con la boca una musiquilla que suena a todas esas bandas sonoras que hay en los westerns. Tras Psicosis, un cuchillo alzado significa inmediatamente unos violines. Tras 2001, resulta que Strauss se asocia a la alta tecnología. Y tras eso a ver quién es el guapo que rompe con esas convenciones.

P. ¿Solas es su mejor obra?

R. La mejor obra está por llegar. Pero la obra clave en mi vida fue A la caza de Bernarda Alba . Yo estaba convencido de mi trabajo. Y cada vez que se ponía el público daba la razón. Ahí supe que ya había asimilado toda la técnica que necesitaba para hacer música aplicada con rigor.