Cinto considera que se han magnificado los problemas de la Audiencia donostiarra
La nueva presidenta de la Audiencia de San Sebastián, Victoria Cinto, aseguró ayer tras jurar su cargo que se han magnificado los problemas que arrastra ese órgano, crisis que motivó la intervención del Poder Judicial y forzó en su momento la dimisión de su antecesor, José Luis Barragán. La situación de su Sección Segunda supone sólo un ramillete de "problemillas" para la nueva presidenta. El presidente del Tribunal Superior, Manuel Zorrilla, considera "difícil y complejo" el nuevo destino de la magistrada.
El Consejo General del Poder Judicial eligió a mediados de diciembre a la magistrada Cinto, de 40 años, con el voto favorable de 19 de sus 21 vocales. El puesto se encontraba vacante desde que el anterior presidente, José Luis Barragán -presente ayer en el acto en Bilbao-, renunciase al cargo al no sentirse suficientemente respaldado por el órgano de gobierno de los jueces.Barragán inició, a instancias del máximo tribunal vasco, una inspección en la Sección Segunda, presidida por Luis Blánquez, que finalizó en la apertura de tres expedientes sancionadores por retraso en la resolución de las causas. La Comisión Disciplinaria del consejo optó por archivar dos de los expedientes (los de Blánquez y Luis Tóvar) y por sancionar con la mínima multa a la tercera magistrada de la sección, Coro Cillán. Poco después, Barragán dimitió.
La profunda crisis que arrastra la Audiencia planeó ayer sobre la sala del Superior donde Cinto tomó posesión. Pero la nueva presidenta prefirió soslayarla con unas declaraciones cuando menos voluntaristas. En su intervención ante los representantes de la magistratura vasca y los vocales del Poder Judicial para Euskadi, Emilio Olabarria y Manuela Carmena, la nueva presidenta no se refirió a la crisis y únicamente apeló genéricamente a los "momentos delicados" por los que atraviesa la justicia.
Luego, a preguntas de los periodistas, aseguró que lo sucedido en la Sección Segunda "para estas alturas ya no tiene ni la categoría de problemilla" y se mostró convencida de que "se va a solventar. La Audiencia de Guipúzcoa trabaja muy bien". Frente a esta visión, Zorrilla resaltó en su intervención "los servicios difíciles que se le encomiendan" ahora y recordó la gestión "difícil y compleja" que tuvo que afrontar su antecesor en el cargo. El presidente del Tribunal Superior animó a Cinto a "defender su dignidad individual, su independencia como juez y su seguridad personal".
Finalizada la toma de posesión, Cinto aseguró en una conversación informal con periodistas que el retorno de los atentados de ETA supone una "gran distorsión", pero indicó que hubiera pedido la presidencia aún sabiendo la nueva situación derivada del fin de la tregua. La magistrada, que tiene un buen nivel de euskera, recordó que ha pasado toda su carrera en los juzgados de instrucción donostiarras y conoce casos como el del ertzaina quemado Jon Ruiz Sagarna o las amenazas a políticos. "Instrucción ha sido para mí una auténtica plataforma de choque con la realidad", señaló.
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