Los consecuentes

Un estudio de la SGAE descubre que la mitad de los españoles nunca lee ni va al cine (EL PAÍS, 19 de enero de 2000). ¿Realmente descubre? Me congratulo. Yo lo sospechaba hace mucho tiempo. Por eso, ni me sorprende ni me ofende. Si se trata de ser feliz (o de estar lo más a gusto posible, para que no me llamen ilusa), hay muchas maneras de conseguirlo. ¿Por qué voy a estar yo más acertada leyendo a Muñoz Molina o recreándome en una película de Ricardo Franco, por ejemplo, que la parte correspondiente de ese 50% viviendo con angustia la intervención de menisco de Rivaldo (¿tendrá, quizá, que pagarla él?), o soñando durante las tres horas que dura la emisión por televisión de la boda del año?Hay que ser consecuente. Si consideramos que la cultura es importante y contribuye directa o indirectamente a un mayor bienestar, que se nos proporcione a todas horas y en todos los medios. ¡Cómo me gustaría trasnochar solamente para tomar copas, y no tener que hacerlo obligatoriamente si quiero disfrutar de las acertadas (y divertidas) críticas de Antonio Gasset en Días de cine, o de las animadas charlas que surgen en Los libros entre invitado y presentadores!- Cáceres.