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Las 'atracciones' del Balcón al Mar: Vecinos del Grau de Valencia plasman sus quejas en un folleto turístico que oferta drogas, putas y otras sensaciones fuertes

"El Ayuntamiento de Valencia le ofrece el Balcón al Mar, un mundo oscuro e intrigante donde puede recibir las sensaciones más fuertes". Con esta consigna, cual si se tratara de un eslogan más de cualquier folleto turístico, una fotocopia en forma de tríptico alerta al lector que los vecinos próximos al puerto de Valencia padecen unos niveles insufribles de drogadicción, delincuencia, inseguridad y prostitución. Al parecer, con estas atracciones, la oferta es tentadora: "No hace falta ir a Port Aventura, el puerto lo tenemos y la aventura también" reza el folleto, también dirigido a los turistas de alto poder adquisitivo, para los que se oferta "toda una ruta para cruceros de lujo: barco-putas-droga-Ciudad de las Ciencias y de las Artes-paella-putas de nuevo-y regreso al barco".Desde las asociaciones vecinales del distrito Marítimo, que llevan años quejándose del problema, el mensaje, aunque menos publicitario, es el mismo, de norte a sur y a lo largo de toda la fachada litoral: "Realmente estamos hasta la coronilla", afirma Dolores Crespo, de la Asociación de Vecinos de la Malva-rosa, "la droga está por todas partes, los tenemos localizados y hemos dado toda la información a los comisarios y a las autoridades, pero no pasa nada". Lo mismo asegura Filo López, de la Asociación de vecinos de Natzaret: "La droga, desde luego, es de un descaro despampanante, lo mismo de los traficantes que de las autoridades; nada se esconden, ni los del menudeo ni los grandes traficantes".

Pero no han sido, aunque también sufren el problema, desde estos dos barrios desde los que se ha distribuido un folleto que anuncia "droga en plena calle, droga fácil de adquirir" y hasta remite a la calle de Bello para conseguirla -"servicio 24 horas"- sin problemas. Los autores del tríptico, seguramente más próximos al Grao, no se han olvidado por ello de que a escasos metros de la valla del Puerto lo que más destaca es la amplia oferta para los consumidores de prostitución callejera. Según el anónimo folleto, distribuido estos días por el barrio, "una tribu de bellas señoritas con las más modernas prendas sensuales" invitan al sexo allí donde la alcaldesa de Valencia propaga uno de sus proyectos más emblemáticos, abrir el puerto a los ciudadanos.

Pero para los vecinos, la eliminación de la valla portuaria y la recuperación de la dársena interior del puerto como espacio de ocio para los valencianos, objetivo largamente reclamado en el barrio, dista mucho de las actuaciones municipales de los últimos años en la zona: "La misma policía", explica un vecino, "ha cogido a las putas del centro, de la Gran Vía, y las han traído al barrio, lo mismo que se llevaron a los travestis cerca de la Fe".

Por último, la delincuencia también forma parte del exótico programa turístico: "El Ayuntamiento le ofrece lo último en escándalos nocturnos; el seguro por pedrada no lo cubrimos". Coches abandonados, suciedad en las calles, chabolismo y mendigos pernoctando en las aceras son otros síntomas de un barrio que se siente abandonado. Y también hay una respuesta para ello en el folleto: "Quizá sea por el interés de tener centralizados los problemas en un sólo barrio".

Su denuncia está clara: "El Ayuntamiento de Valencia, uniendo esfuerzos (policía, Renfe, puerto...) se desentiende de los problemas que afectan al actual barrio del Grao de Valencia, consintiendo la prostitución, la droga, la inseguridad ciudadana, sin que los vecinos, a pesar de haber clamado ante tales plagas, hayan obtenido ninguna respuesta".

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