"En el futuro habrá que tratar la esclerosis desde el principio"
Son muchas todavía las incógnitas que rodean a la esclerosis múltiple, una enfermedad degenerativa, de diagnóstico difícil, que deteriora el sistema nervioso central y que afecta a personas con edades comprendidas entre 20 y 50 años (en España se calcula que hay 30.000 afectados, de los que dos tercios son mujeres). Para tratar esta enfermedad ahora sólo se dispone de un fármaco, el Interferón beta, "que ha demostrado su eficacia; no para curar a los pacientes, sino para, al menos, evitar que empeoren", afirma el neurólogo norteamericano Donald W. Paty, que recientemente ha estado en Sevilla para impartir una conferencia.El doctor Paty es un experto mundial en esclerosis múltiple. Dirige la división de Neurología del Hospital de Vancouver, adscrito a la Universidad British Columbia (Canadá), y forma parte del equipo de trabajo de esclerosis múltiple de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "En este momento lo más importante para los afectados es saber hasta dónde podrá incrementarse la dosis en los tratamientos. Esto permitirá, a su vez, que aumente la eficacia del medicamento". Y es que éste ha sido, precisamente, uno de los resultados más llamativos que Paty y su equipo han obtenido tras los dos últimos ensayos realizados con 310 y 560 pacientes.
La gran duda, no obstante, sigue siendo el abordaje de la enfermedad. Existen múltiples disensiones al respecto. Los expertos no logran ponerse de acuerdo a la hora de decidir en qué momento ha de empezar el tratamiento. El diagnóstico precoz de la esclerosis múltiple es muy difícil; también es complicado saber cuándo la esclerosis múltiple inicia realmente su actividad. Las lesiones, que se manifiestan en forma de placas de mielina (sustancia que envuelve las prolongaciones de las neuronas), aparecen y desaparecen sin que hasta ahora haya podido averiguarse por qué.
"Probablemente la causa de esta desaparición de las placas se deba a la disminución de la inflamación", afirma Paty. "Y eso lo consigue el Interferón beta en sus presentaciones 1b y 1a", añade. Con respecto al complicado problema de cuándo debe iniciarse el tratamiento, el neurólogo norteamericano cree que "a la larga, resultará más eficaz aplicar la medicación al principio, nada más detectarse la enfermedad". Después de 10 años tratando a más de 5.000 enfermos con Interferón, Paty no duda de su eficacia: "Al menos en un 80% de los pacientes la respuesta ha sido positiva", afirma. Lo cierto es que tras los primeros síntomas pueden pasar varios años antes de que la esclerosis múltiple vuelva a manifestarse. Esta situación acrecienta las dudas de los neurólogos sobre cuándo prescribir la medicación.
La resonancia magnética (RM) es la última herramienta que los especialistas han encontrado para salvar este escollo. El doctor Paty es pionero en su uso, y los resultados de sus estudios son de obligada consulta para todos los neurólogos que tratan la esclerosis múltiple. "Hemos conseguido abrir una ventana por la que podemos observar al paciente todas las veces que queramos sin hacerle daño, y teniendo en todo momento una información real y muy completa de la evolución de la enfermedad. La resonancia magnética permite programar un tratamiento eficaz".
En cuanto al futuro, Paty cree que el Interferón sólo es el primero de los medicamentos para tratar la enfermedad. "Muy pronto dispondremos de nuevos fármacos, y quizá una batería de ellos sea lo que nos resuelva a corto plazo el problema del tratamiento paliativo". Y es que la causa de la esclerosis múltiple, que de momento se desconoce, hay que buscarla en los genes. La posibilidad de que fuera un virus que los afectados adquieren en la adolescencia, como se creía hasta hace poco, parece descartarse. "De momento sabemos que la esclerosis múltiple no es hereditaria y, probablemente, hay varios genes que la provocan", concluye el doctor Paty.
En España, una comisión de expertos mantiene un control riguroso, con criterios muy restrictivos, sobre el tratamiento de la esclerosis múltiple. Pero no tanto porque éste sea especialmente caro, que lo es (alrededor de 1.800.000 pesetas al año), sino porque en algunos caso puede resultar inútil y contraproducente.
El neurólogo Guillermo Izquierdo Ayuso, del hospital Virgen Macarena de Sevilla, y responsable de una unidad específica de EM, desde la que se controlan cerca de 500 pacientes, asegura que "sólo se prescribe un tratamiento cuando los expertos consideran que la enfermedad está empezando y consideran que la medicación puede impedir que ésta avance". Los primeros síntomas suelen ser los trastornos visuales (ver doble, por ejemplo); después aparecen los problemas motores, la pérdida de fuerzas y las alteraciones sensitivas.
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