EL PSC irá a las elecciones con un programa propio corregido por Borrell

Los socialistas catalanes acudirán el 12 de marzo por vez primera a unas legislativas con un programa propio, complementario con el del PSOE. Este programa específico, aprobado el sábado por el consejo nacional del PSC, recoge el proyecto federalista con el que Pasqual Maragall concurrió a las elecciones autonómicas de octubre. El proyecto aprobado incluye los cambios pedidos por José Borrell, referidos a la Agencia Tributaria, el Ministerio de Cultura, el federalismo judicial y la participación de las comunidades autónomas en la UE.

El encaje del proyecto de programa del PSC con el del PSOE ha obligado a la comisión ejecutiva a reunirse dos veces en una semana para evitar contradicciones. Bajo el título El programa del cambio, ahora España, el PSC propone "la construcción de una España federal" y sostiene que las fuerzas de progreso están en condiciones de "retomar una de las viejas aspiraciones del catalanismo: proponer una visión diferente y, con ella, una articulación diversa de España".Las propuestas federalistas se concretan en el ámbito político, fiscal, judicial y cultural. El federalismo político incluye la reforma del Senado y la participación de las comunidades autónomas en las instituciones de la Unión Europea en aquello que afecte a sus competencias. Este último punto fue uno de los enmendados por Borrell. Allí donde se decía que la Generalitat estará en los órganos de la UE cuando se traten asuntos de su competencia exclusiva ahora se dice que "participará con el conjunto de la representación del Estado".

El federalismo fiscal propone la distribución del gasto público en un 40% para la Administración central, el 30% para las autonomías y el 30% para la Administración local. Recoge también la propuesta de modelo de financiación autonómica del PSC y dice que la Generalitat "participará en la gestión compartida de la Agencia Tributaria, impulsando la corresponsabilidad de los tres niveles de la Administración pública". Éste es el más importante de los puntos corregidos por Borrell, que consideraba que el anterior redactado implicaba una ruptura de la Agencia Tributaria.

En el plano cultural se propone el reconocimiento constitucional de la pluralidad cultural y lingüística de España, el uso de las cuatro lenguas en el Senado y otros ámbitos, en los documentos de identidad personales y en los símbolos colectivos. También recoge una de las ideas que Maragall ha predicado durante los últimos meses fuera de Cataluña: la enseñanza en las escuelas de "la historia común de los pueblos de España".

Se propone también que el Ministerio de Cultura sea el ministerio de las culturas y preste especial atención a la expresión de todas, "en estrecha colaboración con las comunidades autónomas". Lo que Borrell enmendó en este punto fue un redactado inicial que hablaba de "participación" de las comunidades autónomas en el Ministerio de Cultura.

La propuesta de federalismo judicial incluye la creación de una Comisión de Justicia de Cataluña, que ejercería "algunas" de las competencias del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Y recoge la atribución al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de funciones de tribunal de casación en derecho civil y administrativo y de segunda instancia en el proceso penal. Las enmiendas de Borrell en este aspecto precisaron que la Comisión de Justicia de Cataluña se haría cargo sólo de algunas funciones del CGPJ y concretaron los ámbitos en que el TSJC actuaría como tribunal de casación.

El programa incluye también la presentación en las Cortes de la Carta Autonómica que Maragall preconiza para "ampliar" el Estatuto de Autonomía, el compromiso de proponer a las Cortes la aprobación de la Carta Municipal de Barcelona en los aspectos que son de competencia estatal y la adaptación de la estructura periférica de la Administración del Estado en Cataluña, una vez el Parlamento catalán haya aprobado el proyecto de regionalización de Cataluña que Maragall presentó en las elecciones autonómicas.

Esta parte del programa coincide con la orientación del pacto con ERC e Iniciativa-Verds para el Senado. Borrell defendió el sábado ante el consejo nacional la conveniencia de esta alianza y rechazó que nunca se hubiera opuesto a él, como erróneamente se le atribuyó.