Orientación negativa
El mercado de valores español no consiguió reaccionar ante la orientación negativa que impone la Bolsa de Nueva York, ni siquiera en los momentos en los que el vencimiento de enero del mercado de futuros multiplicaba los esfuerzos de los profesionales. Desde el momento en que el índice Dow Jones mostró tendencia negativa, los inversores españoles decidieron abandonar, aunque se lo ponía muy fácil la estabilidad de los mercados de deuda y de divisas.El mercado de deuda ha quedado como en suspenso tras la prórroga concedida por el Banco Central Europeo (BCE) a la previsible subida de tipos de interés. Los inversores están convencidos de que el BCE subirá pronto los tipos de interés y la repetición del pasado jueves se considera sólo como un aplazamiento.
El estancamiento de ese mercado coincide con la retirada de beneficios en los valores "tecnológicos" y de Internet. Si en los primeros momentos la recogida parecía un comportamiento estrictamente técnico, la avalancha de empresas que hacen gala de poseer filiales en Internet, o que están dispuestas a crearlas en breve, ha forzado la prudencia al convertir los casos aislados en parte de una especie de epidemia. La contratación del mercado continuo en esta sesión fue de 295.241 millones de pesetas, 1.774,43 millones de euros, de los que una parte importante se generó en la media hora en que se calcula el precio de vencimiento del mercado de futuros.
La Bolsa de Nueva York, mientras tanto, se anotaba una nueva caída, la quinta consecutiva, con lo que acumula una pérdida de casi el 4% en las últimas cinco sesiones. Ayer retrocedió 99,60 puntos, un 0,88%
La deuda a 10 años terminaba con una rentabilidad del 5,76%, una centésima por debajo del cierre del jueves, y el euro obtuvo un cambio oficial de 1,0097 dólares, con una ligera subida que se había diluido a última hora de la tarde.
