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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El Ejército español, en Kosovo

Recientemente he tenido la ocasión de formar parte del grupo de médicos forenses que el Gobierno español ha enviado a Kosovo para colaborar en las tareas de investigación que el ICTY viene realizando con el fin de esclarecer lo allí acaecido en su historia reciente. Pero no son estos hechos el motivo de mi escrito, ya que, sometidos al secreto profesional debido, como cualquier investigación realizada por un tribunal, serán expuestas, en su día, en el foro adecuado.Mi auténtico interés al escribir estas letras es expresar, públicamente, mi agradecimiento por el descubrimiento más importante que he hecho en toda esta experiencia: la valía del Ejercito español. Por condicionamiento generacional, nos educaron sin fomentar el orgullo hacia nuestras Fuerzas Armadas; es más, incluso se nos inculcó cierta animadversión hacia éstas, hasta que llegamos a creer que era una institución obsoleta, que podría desaparecer sin demasiada repercusión social. Así, han padecido, año tras año, recortes presupuestarios y de personal, sin que nadie levante un ápice su voz en su favor, e incluso se han utilizado estos recortes como señuelo electoral por casi todos los partidos políticos.

Pues bien, en Kosovo, de estos hombres y seres "innecesarios" yo he aprendido lo que significan conceptos como eficacia, disciplina, altruismo, honor, profesionalidad, sacrificio y humanidad. La labor realizada por nuestro Ejército en Kosovo no tiene igual en ninguna de las demás fuerzas internacionales de la OTAN que allí se encuentran. El respeto y cariño que les profesan la población kosovar, albanesa, serbia y gitana es algo que se han ganado por ellos mismos, haciendo bien su trabajo e incluso excediendo sus obligaciones, desarrollando una labor humanitaria muy superior a la de cualquier ONG.

Sin embargo, mi gran sorpresa ha sido ver a todas estas organizaciones y ejércitos acompañados de un gran despliegue periodístico, que les acompañan continuamente, ensalzando en sus respectivos países la "brillante" labor realizada por sus conciudadanos, mientras que en España tenemos a nuestros hombres y mujeres, allí destinados, en un lamentable olvido, con tan sólo una pequeña nota de prensa, de cuando en cuando, en ocasiones anecdóticas.

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Por ello, quiero expresar públicamente a los componentes de la Brigada Tizona, especialmente a los miembros del EMAT Centro, así como al pequeño grupo de la Guardia Civil destinado en Istok, mi agradecimiento por haberme hecho sentir el orgullo de ser española.- María Victoria Álvarez Domínguez. Cartagena.

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