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Gil y su hijo Miguel Ángel aportan varias fincas como fianza para eludir la cárcel

El presidente del Atlético, Jesús Gil, y su hijo, Miguel Ángel Gil Marín, pusieron ayer a disposición del juzgado varias fincas de Los Ángeles de San Rafael (Segovia) para hacer frente a las fianzas de 125 y 50 millones de pesetas exigidas por el juez para poder seguir en libertad. Gil dijo que tuvo que aportar la fianza de esta forma porque está "tieso", dado que tiene embargadas las cuentas del club y varias sociedades filiales. El juez Manuel García-Castellón ha aceptado al PSOE de Marbella como acusación particular en la causa.

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Jesús Gil y su hijo comparecieron nuevamente ayer en la Audiencia Nacional y aportaron las escrituras de varias fincas para hacer frente a la fianza exigida por el juez, que totaliza 175 millones de pesetas para ambos. Las fincas están valoradas en unos 350 millones de pesetas, ya que la fianza hipotecaria debe cubrir el doble de la cantidad impuesta. Gil dijo que con las cuentas que le han embargado, se ha quedado "tieso".Un perito judicial informará ahora si las fincas alcanzan para cubrir el pago y si se considera que la fianza aportada es suficiente. El vicepresidente Enrique Cerezo estuvo en la Audiencia para recibir la notificación oficial de la fianza pero no la ha depositado aún, puesto que dispone de siete días de plazo.

Antes de su comparecencia en el juzgado, Gil valoró el último auto del juez García Castellón como "una copia" de la querella presentada por el fiscal Carlos Castresana, por lo que era "muy difícil que el juez rectificara". Expresó su esperanza de que el tribunal al que corresponda pronunciarse sobre el recurso de queja contra la administración judicial le dé la razón: "Tenemos la obligación de creer que la Sala va a rectificar, porque si no", dijo, "es para suicidarse".

Gil reiteró su preocupación por el Atlético, que "al ritmo que va ésto, se deshace". Después cargó contra el administrador judicial, Luis Manuel Rubí: "Lo que tenemos allí es un inquisidor que lo que pretende es meterles en la cárcel", dijo en alusión a los jugadores. "¿Quién puede trabajar en ese clima?".

Preguntado sobre las declaraciones de Rubí de que el Atlético va a ganar la Liga, Gil replicó: "Con eso se demuestra lo que tenemos entre manos. No creo que el equipo esté jugando bien o mal por los ánimos que les da el señor Rubí, cuando el equipo pasa de él. Por encima de todo lo que les pido es que sigan luchando, que no pasa nada, pero esto podrá aguantar un mes, no sé lo que va a aguantar más".

El PSOE será acusación

Por su parte, el PSOE de Marbella será acusación particular en el caso Atlético, después de que el juez Manuel García-Castellón admitiese el pasado miércoles la solicitud de la portavoz municipal socialista, Isabel García Marcos. Los socialistas acusan a Jesús Gil de cometer un delito de malversación de caudales públicos, por hacerse con los derechos federativos del juvenil brasileño Maximiliano de Oliveira Texeida sin pagar su traspaso a la Unión Deportiva Marbella, equipo al que éste pertenecía. García Marcos anunció ayer que remitirá al magistrado nueva documentación, "que demuestra que Oliveira perteneció primero al San Pedro y posteriormente al equipo de Marbella, ambos de titularidad municipal, antes de ser contratado por el Atlético de Madrid".

En ésta figura la factura del viaje de avión de la madre de Oliveira, que se trasladó de Brasil a Madrid con cargo al Ayuntamiento de Marbella, para firmar el contrato con el club rojiblanco. Los billetes costaron al municipio 327.000 pesetas, y la fecha de los mismos es de 3 de septiembre de 1997, dos días antes de que el director general del Atlético de Madrid, Miguel Angel Gil Marín, firmase un primer contrato con la madre del jugador, que entonces era menor de edad.

Otra de las facturas es la emitida por el Hotel Alcotán, con cargo al San Pedro, por valor de 140.000 pesetas correspondientes a la estancia de Maxi y otro jugador en régimen de pensión completa del 18 al 31 de agosto de 1997.

Para la edil del PSOE "todas estas pruebas demuestran el grave perjuicio que se ha producido al Ayuntamiento, que abonó todos los gastos del jugador sin percibir cantidad alguna a cambio, cuando este aterrizó en el Atlético de Madrid".

García Marcos explicó que Jesús Gil habría incurrido además en un delito de apropiación indebida y otro de negociación prohibida a los funcionarios públicos, y señaló que pedirá al juez que cite como testigos al ex edil de Deportes, Carlos Fernández, y al que fue técnico de la Unión Deportiva Marbella, Juan Manuel Blanco, más conocido como Mané. Este último fue quién acompañó al juvenil brasileño a Madrid para que fichara por el club que presidía Jesús Gil.

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