Enrike Zelaia edita siete discos dedicados a la música tradicional vasca

"El autor consigue legar para siempre la esencia fundamental de nuestro folklore más genuino y auténtico, la música para la danza, de modo que este importante trabajo supone una referencia indispensable para todo aquel que desee conocer e indagar en nuestras raíces populares". Con estas palabras promociona la discográfica donostiarra Elkarlanean Zazpiak bat, título genérico de una caja de siete compactos en los cuales Enrike Zelaia plasma su particular "recopilación del folklore esencial del País Vasco". Se trata de una antología cuya creación comenzó a fraguarse en 1977. Entonces, el acordeonista navarro publicó un álbum dedicado a la música tradicional navarra, primera piedra de un proyecto que, dos décadas después, abarca las siete provincias agrupadas bajo el nombre de Euskal Herria. Así, Nafarroa, Gipuzkoa, Bizkaia, Araba, Lapurdi, Zuberoa y Baxe Nabarra son los títulos de una colección, casi íntegramente instrumental, en la cual prima el sonido del acordeón. Dicho instrumento marca la senda que luego se va a seguir en un repertorio, formado por 74 composiciones, en el que se entremezclan piezas originales, clásicos del cancionero euskaldún (tomados de Iparraguirre, Azkue o Guridi) y encargos solicitados por Zelaia para enriquecer un trabajo que se antoja óptimo para iniciarse en el folk vasco.

Compilación entrañable

En Zazpiak bat confluyen también el sonido de la txalaparta, irrintxis, pandero, dulzaina, cencerro, txirula, percusiones, txistu, vientos y palos chocando entre sí. Todo ello sirve para configurar un mosaico de danzas, piezas religiosas, dianas, kalejiras, arin-arin, zortzikos, jotas, habaneras, fandangos, revisiones mudas de varias bilbainadas, biribilketas, marchas, popurrís, valses, serenatas, muestras del género quadrille (propio de Lapurdi) y lautziak (bailes de Baxe Nabarra). Una compilación entrañable que desprende vapores de fiestas populares, alardes de danza, actividad portuaria, pastoreo, carnaval y tributos al santoral.