Rumano rico, rumano pobre

No me parece justo que su periódico dedicara casi dos páginas enteras (EL PAÍS, 2 y 3 de enero) al centenar de rumanos que viven en tiendas de campaña y no mencionaran nada a los numerosos inmigrantes, también pobres, de otras nacionalidades, ni a los miles de españoles "sin techo" que existen en Madrid.Los últimos no son invisibles, también cuentan; también existen, y aunque no vivan agrupados en poblados se les puede ver por toda nuestra ciudad.

No hay pobres de primera y pobres de segunda. No es menos pobre el rumano que vive en una tienda de campaña que el de otra nacionalidad que, cuando hace frío, se forra el cuerpo con papeles de periódico, se rodea de cartones y duerme a la intemperie, porque todos sabemos que no hay plazas en los albergues para todos. Si verdaderamente quieres ayudar a los marginados, a todos y no sólo a unos pocos, hagan una campaña en regla, presionen a las autoridades competentes ustedes que pueden hacerlo, tienen medios, para que las ayudas se incrementen (España va bien) y alcancen a todos por igual.- P.Gómez Gil. Madrid.