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Las farmacéuticas británicas Glaxo y Smithkline retoman el proyecto de fusión abandonado hace dos años

Los grupos farmacéuticos británicos Glaxo Wellcome y Smithkline Beecham confirmaron ayer que mantienen negociaciones para una posible fusión, según consta en un comunicado conjunto remitido a la Bolsa de Londres.Las dos compañías ya realizaron un intento similar hace dos años, pero fracasó por discrepancias en el reparto de los puestos directivos. Los portavoces de ambas empresas se negaron a ofrecer algún detalle adicional de la operación.

Según informó ayer el diario británico Financial Times, esta fusión supondría la creación del primer grupo farmacéutico mundial, con un valor en Bolsa de 110.000 millones de libras (180.000 millones de dólares, 29,2 billones de pesetas).

Esta información provocó una revalorización inmediata de las acciones de ambas compañías farmacéuticas a la apertura del mercado londinense, que se mantuvo a lo largo de la jornada.

Al final de la sesión, los títulos de Smithkline Beecham aumentaron su valor en 56 peniques, hasta los 847, mientras los de Glaxo Wellcome lo hicieron en 78 peniques hasta llegar a las 18,18 libras.

Según la información del diario británico, que cita fuentes cercanas a las negociaciones, en esta ocasión las conversaciones progresan de manera "satisfactoria". Hace dos años, las conversaciones fracasaron por diferencias en cuanto a la composición de la nueva dirección, pero la dimisión, el pasado mes de diciembre, del presidente de Smithkline Beecham, Jan Leschly, volvió a colocar en el mercado las especulaciones sobre la posible fusión. El francés Jean-Pierre Garnier, de 52 años, sustituirá a Leschly, de 59, que dirigió el grupo durante cinco años.

Cambio de presidentes

Por otra parte, los rumores sobre la posible marcha del presidente de Glaxo, Richard Sykes, hacen pensar a los analistas que la fusión no tiene en este momento impedimento alguno, ya que la incapacidad de los dos hombres para compartir las responsabilidades en la compañía conjunta era considerada como la primera razón de fracaso del intento de acercamiento de hace dos años.

El nuevo grupo surgido de la unión entre Smithkline Beecham y Glaxo Wellcome comenzaría su andadura con aproximadamente el 7,5% del mercado a nivel mundial. Actualmente, el sector farmacéutico se encuentra presionado para fusionarse debido a los elevados costes que implica la investigación en nuevas medicinas cada vez más complejas.

Precisamente ayer, otros dos gigantes farmacéuticos, los grupos estadounidenses Warner Lambert y Pfizer, anunciaron una posible fusión, de la que resultaría también uno de los primeros grupos mundiales en este sector.

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