Populares y socialistas cruzan acusaciones sobre la politización de la asamblea constituyente de Bancaixa
Populares y socialistas cruzaron ayer acusaciones sobre su respectiva implicación en la politización de los órganos de gobierno de Bancaixa, elegidos el jueves en la asamblea general constituyente de la institución financiera. Vicente Rambla, consejero de Economía y Hacienda, afirmó que la asamblea se vio enturbiada por el interés de los socialistas en "situar responsables políticos" en los órganos de dirección. Rambla aderezó sus declaraciones con un comentario sobre el actual presidente de la caja de Castilla-La Mancha, Juan Pedro Hernández Moltó, que fuera diputado nacional por el PSOE.Empar Navarro, vicepresidenta de gestora del PSPV, se amparó en la legalidad vigente para denunciar la evidente "intromisión" del PP en las votaciones de la asamblea constituyente de Bancaixa, ante la que planteó "vetos e imposiciones" de carácter político.Navarro aludía al veto del PP hacia la posibilidad de que Eduard Montesinos asumiera la vicepresidencia de la entidad financiera. La postura de los populares fue contestada por parte de los socialistas con la amenaza de negar el voto al presidente de Bancaixa, Julio de Miguel. Ambos grupos acordaron finalmente una solución de compromiso. Montesinos accedió a la vicepresidencia quinta de Bancaixa, pero carece de presencia en la comisión ejecutiva de la entidad, el reducido equipo al que corresponde la dirección efectiva. "Ha sido en aras de la imprescindible prudencia que exige dejar fuera de la confrontación política a las instituciones financieras, por lo que la dirección del PSPV ha realizado cuantos esfuerzos han estado en su mano para encontrar una solución a la situación provocada por el PP", comentó Navarro.
Rambla, por su parte, replicó con un dedo en la llaga y aludió a las divergencias entre los representantes socialistas en el seno de la asamblea de Bancaixa: "Afortunadamente, creo que dentro del PSPV no todo el mundo participa de ese criterio".
Antoni Planells, representante de Esquerra Unida, acusó a los delegados de los dos partidos mayoritarios de "pastelear" sin ambages para situar a Montesinos en una posición meramente honorífica. Planells cargó las tintas contra los socialistas a los que acusó de "bajarse los pantalones" para salvar la cara y "arrinconar" a los representantes de las opciones minoritarias.
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