El robo de cinco millones, móvil del doble crimen del año 94 en Usera

Cinco años después, el Grupo de Homicidios de la Brigada de Policía Judicial ha esclarecido el doble crimen ocurrido en la Nochevieja de 1994 en el distrito de Usera. Ese día, Ricardo Lumarca, de 36 años, y su compañera sentimental, Roxana L. E., de 27, ambos argentinos, fueron asesinados en su domicilio. El pasado martes la policía detuvo en Murcia y en Madrid a los dos presuntos homicidas, que supuestamente conocían a las víctimas y que les despojaron de cinco millones de pesetas.

Cinco horas antes de que concluyese 1994, un hermano de Ricardo Lumarca fue el primero en descubrir la macabra escena. En el número 2 de la calle de Orgaz, en Usera, yacían los cuerpos sin vida de la pareja argentina, ambos nacidos en la ciudad de Mendoza.Lumarca murió de un solo disparo en la región mamaria. Su cuerpo, vestido con un pijama, estaba tendido en la cama. Su compañera, Roxana, falleció estrangulada. Su cadáver se encontró en el comedor y con ropa de calle. Tenía las manos amoratadas y múltiples heridas en las piernas y en la cara.

En el domicilio de la pareja la policía no encontró señales que hicieran pensar que los criminales hubieran entrado por la fuerza. Por esa razón comenzó a cobrar fuerza la posibilidad de que los agresores conocían a las víctimas. Los familiares de Ricardo y Roxana notificaron a la policía que echaban en falta algunas joyas, varias tarjetas de crédito y una maleta que contenía entre tres y cinco millones de pesetas en efectivo.

Desde aquella noche del 31 de diciembre de 1994, el asesinato de Ricardo Lumarca y Roxana L. E. se había convertido en un completo misterio. Pero la idea de que los agresores eran conocidos llevó a la policía a centrar sus investigaciones en el círculo de amigos y familiares próximo a las víctimas.

Mediante las diligencias policiales se supo entonces que Ricardo Lumarca explotaba un club de alterne en Puertollano (Ciudad Real). Se dedicaba también, supuestamente, a contratar a mujeres para la prostitución en otros establecimientos. Eso llevó a la policía a extender sus pesquisas a varias regiones de España.

Caso nunca cerrado

El ambiente en el que se movía Ricardo dificultó considerablemente la labor investigadora, pues los testimonios eran escasos, y las pruebas, prácticamente inexistentes. Aun así, señala la policía, "nunca se dio por cerrado el caso".

Por fin el pasado verano una pista condujo a los agentes hasta Luis Alberto P. F., uno de los detenidos, y José Luis L. S., su supuesto cómplice, también detenido. Ya desde el principio recaían sospechas de la familia de Ricardo sobre Luis Alberto, hermanastro de la compañera sentimental de un hermano de Ricardo. El sospechoso fue sometido a una estrecha vigilancia para intentar llegar hasta su compinche. Así, según la policía, se logró descubrir la identidad de José Luis L. S., de 46 años, que ahora residía en San Pedro del Pinatar (Murcia). Fue detenido el pasado martes en la capital murciana. Se le intervino una pistola del calibre 9 milímetros, que está siendo analizada y que concuerda con el arma utilizada para el doble crimen. También se han recuperado dos de las piezas de joyería que fueron sustraídas a la pareja asesinada. José Luis L. S. niega los delitos que se le imputan, según la policía, y asegura que no es suya el arma que fue encontrada en su casa.

A Luis Alberto P. F., de 54 años, se le detuvo también el martes en un bar de la calle de Antonio López, en Madrid. Se ha negado a declarar. Según la versión policial, cuenta con antecedentes por proxenetismo.

La policía asegura que los testimonios recogidos en los últimos días confirman la supuesta participación de los detenidos en el robo y doble crimen. José Luis pasó ayer a disposición judicial. Luis Alberto lo hará hoy.