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Un médico deportivo de la ex RDA, condenado a 15 meses de prisión

"El Joseph Mengele de la medicina deportiva". Los abogados de la acusación privada recurrieron esta semana a palabras mayores a la hora de caracterizar a Lothar Kipke, médico jefe de la Federación de Natación de la ex República Democrática Alemana (RDA), entre 1974 y 1984. A la manera del siniestro médico de los campos de concentración, Kipke experimentaba con sus pacientes, nadadoras menores de edad destinadas a acrecentar la gloria deportiva del Estado socialista. Acusado de complicidad en la provocación de lesiones personales en 58 casos a través del suministro de esteroides anabólizantes, Kipke fue sentenciado el miércoles a 15 meses de prisión, condonables por buena conducta, y 7.500 marcos de multa (637.500 millones de pesetas).Al menos dos ex nadadoras sospechan que las sustancias suministradas por Kipke condujeron a malformaciones genéticas en sus hijos. Así, la hija de Jutta Gotschalk, en su época nadadora del SC Magdeburg, nació ciega de un ojo y a sus seis años ya ha sido sometida a once operaciones. Asimismo, los hijos de varias deportistas de la RDA han nacido con malformaciones en un pie. El tribunal en Berlín, sin embargo, no quiso entrar a examinar estos casos.

En cambio, sí consideró que Kipke, quien hoy tiene 72 años, fue cómplice en las lesiones personales infringidas a 58 mujeres. Desde 1974 y hasta 1984, cuando por razones políticas tuvo que abandonar su cargo después de que su hijo se fugara a la República Federal de Alemania, el médico deportivo era el encargado de diseñar los cócteles químicos -esteroides anabolizantes y otras sustancias- suministrados desde la más tierna edad a las luego tan exitosas como corpulentas nadadoras de Alemania del Este.

En el transcurso del proceso, Kipke recurrió a una amplia gama de argumentos para defenderse. Subrayó que no fue él quien suministró los esteroides, sino "los médicos de las respectivas secciones", y sostuvo que el dopaje "no era ilegal" en aquella época. "Lo único es que no podíamos contárselo a nadie". De hecho, existen imágenes de una entrevista televisiva de los años setenta en la que Kipke en tono militar sentencia que los deportistas de la RDA "no se dopan".

Durante el proceso, Kipke aseveró que "niñas de 14 años ya son biológicamente adultas" (por lo que se les podía suministrar estas sustancias), y afirmó que durante mucho tiempo desconoció los efectos secundarios de sus tratamientos.

"Sabía muy bien lo que estaba haciendo", creen en cambio las nadadoras, quienes durante el proceso echaron en falta cualquier muestra de arrepentimiento por parte del médico. Tras la decisión del tribunal, Kipke se mostró aliviado de quedar en libertad condicional y anunció que no recurrirá la sentencia, la más alta pronunciada en un caso de dopaje en Alemania.

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