Maragall defiende que el pacto para el Senado impulsa una España federal
El líder de la oposición socialista en el Parlament de Cataluña, Pasqual Maragall, se mostró ayer exultante con el acuerdo de la izquierda catalana para acudir en coalición al Senado y lo consideró "uno de los intentos más serios realizados hasta ahora para avanzar hacia una España federal". La formación de esa coalición ha levantado ampollas en el Partido Popular (PP), que acusa al PSOE de "hacer agua" como partido nacional, pero también ha provocado no pocas reticencias en las filas socialistas.
El Partit dels Socialistes de Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya e Iniciativa per Catalunya-Verds se presentarán unidos al Senado en las cuatro circunscripciones catalanas. Sus cúpulas han acordado formar un grupo parlamentario propio en la Cámara alta al margen del PSOE, aunque ese grupo sólo actuará conjuntamente en los asuntos que afecten al programa común, centrado básicamente en la reforma del Senado. En el resto, cada senador tendrá libertad de voto, con lo que los miembros del PSC podrán votar junto al PSOE.Maragall, uno de los principales abanderados de la lista unitaria y de las tesis federalistas, mostró ayer su satisfacción por el acuerdo: "La izquierda catalana se une para impulsar el federalismo español como única respuesta posible a las demandas de las nacionalidades", explicó. A su juicio, el pacto "es una buenísima noticia para Cataluña y para España" y abre una "perspectiva de convergencia del centro izquierda con el nacionalismo democrático y el regionalismo radical".
El líder socialista minimizó las reticencias que el acuerdo pueda suscitar entre sus compañeros en el resto de España. "[El pacto] será bien admitido", auguró Maragall, porque el PSOE "afronta una etapa nueva, más confiada y tranquila" y ha superado el temor a que la cohesión "se resintiera con las negociaciones del Gobierno con los nacionalistas".
De hecho, el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, avaló ayer mismo el acuerdo. Dijo que el pacto es "absolutamente lógico", y afirmó que los socialistas catalanes desempeñarán en el Senado el papel "que ellos decidan" en los asuntos vinculados a la política catalana. Eso sí, en consonancia con la letra pequeña del pacto, agregó que en el resto de aspectos, los senadores del PSC acatarán la disciplina de voto del PSOE, "como han venido haciendo hasta ahora".
El responsable de política autonómica del PSOE, Ramón Jáuregui, había expresado el lunes su rechazo a que la coalición de la izquierda catalana forme grupo propio. Ayer, el portavoz socialista en el Congreso, Luis Martínez Noval, se sumó a las dudas mostradas por Jáuregui y lamentó que Maragall "vaya por libre". No obstante, precisó que el acuerdo "no es para llevarse las manos a la cabeza".
Para el secretario general del Partido Popular, Javier Arenas, el PSOE "hace agua" como partido nacional y auguró que la alianza tendrá "un alto coste electoral" para Almunia. "Los socialistas han abandonado la idea de un proyecto común para el conjunto de España", añadió Josep Piqué, cabeza de lista de los populares por Barcelona.
[El alcalde socialista de A Coruña y ex presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Francisco Vázquez, calificó ayer de "lamentable y antidemocrática" la decisión de la Federación de Municipios de Cataluña de suspender sus relaciones con la FEMP mientras ésta no adopte una estructura federalizante. "Institucionalmente, no podemos aceptar que se pretenda imponer por la vía del chantaje unos criterios que deberíamos debatir todos, y más después de un congreso de la FEMP, en donde se podían haber planteado esas tesis", declaró Vázquez a TVE. "Lamento haber apoyado en ese congreso la candidatura de Ciurana [alcalde socialista de Lleida] para presidente de la FEMP, porque esta actitud lo descalifica", remachó.]
