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Los políticos jóvenes de la antigua Alemania del Este protegidos por Helmut Kohl le piden que se vaya

Pilar Bonet

Los políticos jóvenes de la ex Alemania del Este (República Democrática Alemana) que fueron los protegidos de Helmut Kohl tras la reunificación del país se han puesto a la cabeza del proceso de ruptura con el ex canciller y del relevo generacional en la Unión Cristiana Democrática (CDU). Así parece indicarlo la posición adoptada ayer por el vicepresidente del grupo parlamentario de la CDU, Michael Luther. Este político de 43 años ha pedido al ex canciller que renuncie a su escaño y se retire de la política. Luther, que estudió ingeniería e hizo una carrera académica en la RDA, se ha sumado así a la petición formulada de forma más sutil por la secretaria general del partido, Angela Merkel. Esta física de profesión, de 45 años, que fue ministra entre 1991 y 1998, rompió amarras con Kohl en diciembre desde las páginas del diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. El presidente de la CDU, Wolfgang Schäuble, se ha distanciado de la actitud de Merkel, que ha acusado a Kohl de haber perjudicado al partido, y ha instado a éste a tomar en sus manos su destino y a aprender a caminar por sí misma.

Tanto Merkel como Luther pertenecen a la generación de alemanes del Este que, bajo la protección de Kohl, ingresaron en la CDU en los años del cambio y de la reunificación alemana. Luther se afilió a la democracia cristiana en el agitado mes de noviembre de 1989, y Merkel, que fue portavoz adjunto del primer Gobierno democrático de la RDA, lo hizo en 1990.

En una entrevista que publica hoy el diario Sächsichen Zeitung de Dresde, Luther no se limita sólo a Kohl, sino que pide un relevo generacional en el interior del partido y la dimisión de Norbert Blüm y Heiner Geissler, dos veteranos sexagenarios unidos a Kohl por la fidelidad a ultranza en el primer caso y el rencor en el segundo. Blüm consiguió el récord de haber sido ministro (de Trabajo y Asuntos Sociales) durante los 16 años de la era de Kohl y Geissler, que fue defenestrado como secretario general de la CDU en 1989, aportó el testimonio definitivo que provocó la confesión de Kohl sobre la existencia de cuentas clandestinas.

Si dimite de su escaño, Kohl dará una señal clara de que la responsabilidad dentro de la CDU pasa a las nuevas generaciones, ha dicho Luther, que, al igual que otros de sus colegas, insiste en la necesidad de volver a dedicarse a la política. El Partido Social Demócrata alemán (SPD), eje de la coalición gubernamental, indicó ayer de nuevo que no va a facilitar la tarea a su rival. La organización del SPD en el land de Hesse ha pedido que Roland Koch, el jefe del Gobierno regional, comparezca como testigo ante la comisión que investiga las finanzas de la CDU. El asunto de las cuentas clandestinas está salpicando también a Koch, que, tras su victoria en las elecciones regionales del pasado febrero, era considerado seriamente como un posible delfín de Kohl. El SPD también quiere la comparecencia parlamentaria del industrial y aristócrata Casimir Prinz Wittgenstein, tesorero de la CDU. Las relaciones económicas de este potentado con la CDU son el nuevo capítulo de turno en el descubrimiento de la trama que está desmoralizando a los seguidores de Kohl. La organización de la CDU en Hesse asegura estar a buen recaudo en lo que se refiere a la legalidad del apoyo económico recibido de Prinz, pero el SPD tiene ahora una buena ocasión para resarcirse de la derrota de Hesse. En la CDU, algunos rompen lanzas de forma aislada a favor de Kohl. El jefe de la organización de Vechta, Clemens-August Krapp, ha pedido a los 630.000 afiliados al partido un donativo de 10 marcos para expresarle su solidaridad. Los dirigentes en Baja Sajonia se apresuraron a distanciarse de la iniciativa por considerarla "prematura" y "no pertinente". .

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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