Prisión para el joven al que le estalló una bomba en Pamplona

La juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios decretó ayer la prisión incondicional por un delito de tenencia de explosivos en relación con terrorismo, en grado de tentativa, para Sergio Medina Azanza, el joven de Pamplona que el pasado 28 de diciembre resultó herido al estallar el artefacto explosivo que, presuntamente, transportaba en el coche de su padre.Medina, de 23 años, declaró ayer ante Palacios y negó pertenecer a ETA o a los grupos Y. Incluso llegó a sostener que ignora qué son esos colectivos de apoyo a la banda terrorista y que desarrollan la violencia callejera tanto en Navarra como en el País Vasco. Asimismo, mantuvo que alguien que le tiene "ganas", aunque no precisó de quién se trata, colocó el artefacto explosivo en su automóvil mientras tomaba unos "potes" con un amigo y que él no es más que una víctima.

El joven aseguró igualmente que no conoce a Joseba Mirena Saenz de la Higuera, El Abuelo, presunto coordinador de los citados grupos Y en Navarra y que, según la policía, le acompañaba en el vehículo en el momento del estallido. Luego, añadió que, tras la explosión, le ayudó una persona que llevaba una txapela (boina vasca).

Fuentes jurídicas indicaron que el personal del hospital de Navarra reconoció a Saenz de la Higuera como el acompañante de Medina cuando, herido, se presentó en el mismo, por lo que la juez decretó su ingreso en prisión el 31 de diciembre.

Medina ya fue detenido en septiembre de 1996 por desórdenes públicos; en marzo de 1997, por coacciones, y en mayo de ese año, por vinculación a un grupo Y. En esta última ocasión también compareció ante la Audiencia Nacional y fue puesto en libertad bajo una fianza de 250.000 pesetas.

El padre de Medina ofreció ayer una rueda de prensa organizada por el colectivo de padres de jóvenes detenidos, Gurasoak, y afirmó que su hijo no está relacionado con la explosión del artefacto.