Muchos espectadores, pocos cinéfilos
Alicante es la cuarta ciudad española en número de asistentes a las salas de cine, pero la oferta de películas no está a la altura de este dato. De los 317 títulos estrenados en España en 1999, 60, un 18%, no han llegado a proyectarse en las pantallas alicantinas. Pese al gran número de salas, la programación es poco diversificada y se centra en las producciones con ciertas garantías sobre su funcionamiento en taquilla. Se llevan la palma las norteamericanas: Alicante vio el 90% de las cintas procedentes de ultramar, mientras que los estrenos comunitarios no pasaron del 38% del total. En el grupo de las que no se estrenaron, las películas españolas y europeas suman el 58%.Para Francisco Huesca, gerente de los minicines Astoria, el problema reside en que "a medida que aumenta el número de salas, aumenta el número de copias de las películas comerciales", lo que redunda en una oferta con pocas variaciones. Los Astoria se han especializado precisamente en ofrecer al público las películas menos populares, producciones generalmente comunitarias y asiáticas.
Cuando una película no es un éxito asegurado, los exhibidores alicantinos esperan a ver la recaudación que obtiene en Madrid y Barcelona. "Si no triunfa en su primer fin de semana, es difícil que llegue a verse en Alicante", afirma Gonzalo Eulogio, crítico cinematográfico de Radio Alicante SER.
Francisco Huesca se excusa: "No tenemos tiempo para programar todas las películas que quisiéramos, y seguro que nos dejamos en el cajón cintas interesantes". El gerente de los Astoria propone que "en situaciones como las de estas Navidades, cuando hay películas que parecía que iban a funcionar y no lo están haciendo, debería rebuscarse en esas 60 películas que no se han estrenado en pos de un título que pueda resultar una opción atractiva".
Si los exhibidores dan al público lo que pide, los alicantinos son mayoritariamente "esnobistas" para Eulogio e "inmaduros" para Huesca, definiciones ambas de unos consumidores de cine guiados por lo que ven en la televisión y que deciden a remolque de los premios. Huesca cree que la solución puede llegar de la mano de la educación, que debe empezar en los colegios, para acostumbrar a los niños a un cine intimista, y no violento. Eulogio es más pesimista: "Alicante tiene el número de cinéfilos que tiene, y no va a aumentar. Yo he participado en varios ciclos y siempre veo las mismas caras".
El crítico radiofónico apunta a una revitalización de la filmoteca, "cuya situación actual es vergonzosa, ya que apenas programa nada", para crear un clima de cultura cinematográfica que, en estos momentos, es patrimonio de los no más de dos centenares de personas que, según Eulogio, son partidarias del cine en versión original.
Precisamente el cine con subtítulos es en Alicante una anécdota. Experiencias anteriores demuestran que no funciona. Sólo los Astoria programan de cuando en cuando versión original. Comenzaron hace 21 años con una apuesta decidida a este respecto, pero el tiempo les ha convencido de que era una causa perdida. "Hay gente que ha llegado a devolver la entrada al advertir que la película es con letreritos, como dicen ellos", cuenta Huesca.
Eulogio recuerda una experiencia en los cines Abaseis al poco de su apertura, cuando todavía se llamaban Ábaco. "Dedicaron una sala a la versión original y asistía una media de seis personas y no precisamente cinéfilos, sino estudiantes extranjeros", cuenta. Ante semejante panorama, los distribuidores aconsejan a Huesca que elija las cintas en castellano para evitar descalabros comerciales. "Los expertos dicen que la versión original es deficitaria fuera de Barcelona y Madrid", apunta Eulogio, y Huesca pide a los empresarios que poseen varios cines que "se permitan el lujo de mantener una pantalla sin doblar".
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