La Diputación de Valencia ignora desde junio los requerimientos de seguridad de la Inspección de Trabajo

La Diputación de Valencia lleva seis meses ignorando los requerimientos que le formuló en junio de 1999 la Inspección de Trabajo para que subsanara las deficiencias de sus instalaciones en materia de seguridad. Entre los edificios afectados por estas carencias se encuentra el centro cultural La Beneficència, visitado por centenares de personas, entre ellos muchos escolares, y que no dispone de un plan de evacuación en caso de incendio.Fuentes del ente provincial reconocen que en este semestre no se han eliminado todos los elementos arquitectónicos o de mobiliario que crean riesgos laborales ni han elaborado los planes de emergencia, autoprotección y evacuación, tal como ordenó la Inspección de Trabajo. Un portavoz del ente aseguraba ayer que la institución está decidida a subsanar estas deficiencias y se reunirá en breve con los sindicatos para atender sus reclamaciones.

Pero desde UGT, Juan José Manzaneque, miembro del Comité de Seguridad y Salud de la Diputación, denuncia que llevan desde 1996 informando a los responsables del organismo sobre estas deficiencias y que estos "no han mostrado ninguna voluntad de corregirlos". Ante esta situación, denunciaron los incumplimientos de la prevención de riesgos laborales ante la Inspección de Trabajo. Tras solicitar un informe del Gabinete de Seguridad e Higiene en el Trabajo de la Generalitat, la Inspección ordenó al ente provincial que corrigiera las deficiencias en materia de seguridad laboral, creara planes de evacuación e instalara iluminación y señalización de emergencias en La Beneficència, en el centro de informática de la plaza de Manises y en el área de Medio Ambiente en la avenida de Peset Aleixandre. En esta última instalación, un trabajador rodó escaleras abajo y estuvo una temporada de baja por el bordillo de una puerta que aún no ha sido eliminado, según los sindicatos.

"Es muy triste que la Administración dé un mal ejemplo en la prevención de riesgos", protesta Manzaneque, "no actúa hasta que no pasa una desgracia, como en el hospital de Valdecillas de Santander [donde se desmoronó parte de una fachada]".