Y de postre, en "bici" hasta Tierra de Fuego

¿Qué tal le sentaría dormir nueve horas en cinco días? Mal, ¿verdad? ¿Y si en esos mismos cinco días, a toda velocidad, tuviera que cabalgar 60 kilómetros sobre un caballo criollo, navegar 160 en kayak, descender 50 de un río de aguas bravas y -de propina- atravesar a pie y escalar 230 kilómetros de montañas en los Andes a 3.500 metros de altitud? Posiblemente acabaría en la cama de un hospital, como le ocurrió a algunos de los 204 participantes en la Discovery Channel-Eco Challenge, la carrera multidisciplinar más dura del mundo que se disputó en la Patagonia argentina el pasado mes de diciembre.

Pero dos de los competidores, los hermanos granadinos Miguel Ángel y José Javier Torres, no sólo salieron ilesos, sino que llegaron a la meta en segunda posición y se embolsaron más de tres millones de pesetas. Miguel Ángel y José Javier, junto al madrileño Antonio de la Rosa y la barcelonesa Emma Roca, componen el equipo Sierra Nevada, el único español que participó en esta temible prueba. Los granadinos se dedican profesionalmente a este tipo de competiciones desde hace años y ya se han pateado medio mundo. "Y no es un tópico", asegura Miguel Ángel: Filipinas, China, Japón, Australia, Estados Unidos ...

Ambos han corrido ya tres Eco Challenge, donde la estricta organización norteamericana sólo admite a los atletas mejor preparados del mundo. "Las pruebas son muy variadas y hay que dominarlas todas", explica el mayor de los hermanos Torres, Miguel Ángel, de 30 años.

En 1998, en África, tuvieron que correr en camello. El pasado diciembre, en la Patagonia, a caballo, kayak, balsa y a pie. En total, 500 kilómetros a un ritmo frenético.

"Te colocan en el punto de partida y, en el mapa, te dicen dónde está la meta. El resto es cosa tuya", señala. La capacidad de orientación es básica. "Sólo cuentas con un mapa y una brújula. Corres día y noche, parando apenas un par de horas sólo para dormir, porque la comida se hace sobre la marcha".

La gran preparación de todos los competidores dispara la competitividad. En Argentina, 51 equipos de cuatro personas, pertenecientes a 31 nacionalidades, lucharon por ganar. Pero, además, tuvieron que enfrentarse con el verano austral: temperaturas mínimas de 10 grados bajo cero y máximas de 30 grados en plena cordillera nevada de los Andes.

"Vas siempre al límite, aunque la estrategia es fundamental para ayudar a los componentes de tu equipo que tengan problemas. A veces, las condiciones te superan y, algunos, revientan", relata Miguel Ángel.

La primera edición de "la carrera más dura del mundo" se disputó en 1995. Fue creada por la entidad deportiva Eco Challenge y la cadena de televisión Discovery Channel, que filma y difunde imágenes de la competición a 145 países.

Desde entonces se corre anualmente en lugares de abrupta orografía, majestuosos paisajes y condiciones climáticas extremas, como el desierto australiano, o las planicies heladas de Columbia Británica.

Participan mujeres y hombres, que deben demostrar su dominio de numerosas disciplinas deportivas, la voluntad de trabajar en equipo y una abnegada capacidad de sufrimiento.

"Cuando llegas a la meta, el frío, el calor y el dolor apenas te dejan sentir y pensar", señala Miguel Ángel. Aunque la facilidad de estos granadinos para recuperarse no parece humana: José Javier Torres aún no ha regresado de Argentina. Sigue en la Patagonia y espera llegar en bicicleta hasta Tierra de Fuego. Un buen plato de postre.