_
_
_
_

El gobierno municipal anuncia que 28 familias rumanas serán realojadas en pisos de alquiler

La concejal de Servicios Sociales, Beatriz Elorriaga, del PP, aseguró ayer que el Ayuntamiento proporcionará pisos de alquiler a la mitad de las 56 familias rumanas censadas y alojadas en campamentos provisionales. El Ayuntamiento pagará una parte del alquiler de las viviendas y los rumanos deberán sufragar el resto. Los inmigrantes aseguraron ayer que nadie les había comunicado nada al respecto y que si tienen que pagar una parte del alquiler van a necesitar un trabajo que les permita mayores ingresos que los que tienen ahora vendiendo La Farola.

Las 28 familias rumanas que deberán vivir de alquiler en un piso, acogidas ahora en los tres campamentos provisionales de Fuencarral, Vicálvaro y la Ciudad Escolar de San Fernando, han demostrado a la administración su capacidad de integración en la sociedad madrileña y deberán garantizar a las autoridades que disponen de un trabajo estable con el que poder afrontar su nueva situación de arrendatarios.El Ayuntamiento de Madrid, según explicó la concejal de Servicios Sociales a Efe, financiará una parte del coste del alquiler. Pasado un plazo, aún indeterminado por el consistorio, los rumanos deberán asumir el pago completo de su nueva vivienda alquilada.

Sólo los inmigrantes rumanos oficiales, los que figuran en un censo elaborado en julio y reconocido por el Ayuntamiento de Madrid para otorgar a sus integrantes una plaza en los campamentos provisionales, tienen la posibilidad de acceder a una de esas viviendas de alquiler barato.

Los inmigrantes censados del campamento de San Roque (Fuencarral) afirmaron ayer que ignoraban su futuro traslado a pisos de alquiler y se lamentaron de que el trabajo que tienen ahora -son vendedores del periódico La Farola o limpian las ventanillas de los coches en los semáforos- no les da para pagarse un alquiler, por modesto que sea: "Ganamos entre 1.500 y 2.500 pesetas al día por familia y con eso sólo nos llega para comprar comida, algo de gasolina y un paquete de cigarrillos", explicó Vasile. "Nos gustaría ir a pisos pero a ver cuánto dinero nos cuesta", concluyó escéptico.

A apenas veinte metros del campamento de San Roque, donde viven los censados, hay otro asentamiento que no entra en las cuentas de las administraciones. Están separados de sus compatriotas rumanos por una valla metálica y un sinfín de atenciones. En el asentamiento ilegal malviven unas 150 personas, medio centenar más que hace apenas un mes. "Han venido más rumanos de Alicante, Burgos, Murcia y otros sitios. Les han avisado por teléfono sus familiares de Madrid", explicó ayer uno de ellos. Los inmigrantes no censados no pueden entrar en los módulos prefabricados del campamento oficial, en los que hay calefacción. Por eso, cada noche luchan contra las heladas prendiendo hogueras y refugiándose en frágiles tiendas de campaña.

Ante la llegada de nuevos inmigrantes, Elorriaga ha propuesto crear en Madrid una red de campamentos estables de acogida temporal, que se complementen con otras instalaciones similares en el resto de las comunidades. La consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, apoya esta propuesta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_