El alcalde apunta, pero no dispara
La carrera de San Silvestre arrancó en falso por la detonación de un petardo lanzado por un espontáneo
El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, se preparaba a las ocho de la noche del pasado 31 de diciembre para dar la salida a la última carrera del año: la San Silvestre Vallecana. En sus manos, el regidor blandía un arma para dar salida a los cerca de 2.000 corredores concentrados en el paseo de la Castellana. Todo estaba listo en la línea de salida. Álvarez del Manzano bromeaba con un corredor disfrazado de cocinero. "En unos instantes el alcalde de Madrid dará la salida de la prueba", explicó el animador de la carrera.Un miembro de la organización avisó: "Prepárese, alcalde, que en un instante empezamos". El alcalde sostuvo en su mano la pistola, la agitó y apuntó hacia el cielo. Pero de repente explotó un petardo arrojado por un muchacho en el paseo de la Castellana. Los corredores pensaron que se trataba del pistoletazo del alcalde y salieron en tropel. El alcalde de Madrid se quedó perplejo con la pistola en la mano. Luego dibujo una sonrisa y suspiró. Los organizadores se dieron cuenta de la salida en falso y reaccionaron rápidamente. Toda la maquinaria de la carrera se puso en marcha con un ligero retraso de diez segundos. "Volver a dar la salida ya era imposible. Además, al llevar los corredores el microchip en la zapatilla, no hay ningún inconveniente en la medición de los tiempos", explicó un miembro de la organización.
El vencedor de la carrera internacional fue el británico Jonathan Brown, campeón europeo de cross en 1996, que truncó una racha de cinco victorias españolas. Alberto Juzdado acabó en segundo puesto, y también subió al podio Manuel Pancorbo. En la categoría femenina se impuso la etíope Teraza Johannes, residente en Madrid, seguida de Patricia Arribas.
Manuel Pancorbo declaró tras la carrera que el ambiente había sido impresionante: "Es soberbio cómo reciben a los atletas. Llevo 20 años corriendo y Vallecas es una de las mejores pruebas". "La comunión entre los aficionados y el público es sensacional", destacó Juzdado.
La organización y la Policía Municipal calculan que más de 300.000 personas abarrotaron las calles de Arganzuela y Vallecas para aplaudir a los corredores.
Otras ocho mil personas desafiaron los diez kilómetros de la Popular San Silvestre, que comenzó pasada las seis de la tarde por culpa de unos pequeños inconvenientes por los cortes de tráfico. Lo mejor de la competición fue un año más el ánimo festivo entre los corredores, como la cantidad de atletas, que en esta edición han vuelto a superar el récord de participantes, muchos de ellos sin dorsal.
Mariano Pascual, alto ejecutivo de una empresa de remaches de Pinto, acabó por primera vez la San Silvestre Popular: "Es una carrera estupenda, sobre todo por el aliento de la gente", declaró. Alfredo, otro corredor, estaba exultante tras pasar por el arco de meta con un pequeño sprint: "La prueba es estupenda. El calor de los aficionados es tremendo". Los corredores también elogiaron a los nuevos organizadores de la carrera, a la empresa Nike y a los 150 voluntarios que mimaron a los atletas en la línea de llegada. En esta edición, atendiendo el llamamiento de los organizadores, el público no sometió a los corredores a la habitual rociada de espuma.
El corredor de Alcobendas Ramiro Matamoros se alzó con el triunfo en la prueba popular. A continuación entraron Javier Gárcía y José Civera. En chicas ganó Ana Peñuela de Miguel, delante de María del Carmen Jarillo y Mercedes Sirvent. Las clasificaciones de la prueba se pueden consultar desde el lunes en la página www.nauta.es/san-silvestre.
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