Ranieri pide el regreso de Jesús Gil

El entrenador del Atlético de Madrid, Claudio Ranieri, convocó a la prensa el viernes pasado y desautorizó al administrador judicial del club. Fue la primera comparecencia del técnico ante los medios desde la destitución del presidente Jesús Gil, del que Ranieri pidió el regreso. Gesticulando como un histrión, interpretando su melodrama particular con tintes de ironía, Ranieri argumentó su reclamo en que "un juez no puede hacer de jefe" de un club de fútbol. Dijo que el administrador judicial del club, Luis Manuel Rubí Blanc, no sabe de fútbol y que por tanto no puede fichar jugadores. Ranieri agregó que ya ningún futbolista querría contratar con el Atlético, y que ahora no puede "apretar" al juez para que compre jugadores caros, como hacía con "el presi".Ranieri preparó un discurso pesimista ante la situación que atraviesa el club desde el pasado 22 de diciembre, cuando el juez de la Audiencia Nacional destituyó a la junta directiva. El romano llegó a pedir que Rubí deje su puesto a cambio de un regreso de Jesús Gil bajo la vigilancia judicial. De esta manera, Ranieri se alineó al reclamo que la familia Gil pretende hacer al juez: el técnico manifestó ayer su apoyo al concepto jurídico de intervención judicial en defecto del de administración judicial: "Yo puedo ser el jefe en el campo pero el club necesita un jefe, y el juez no puede serlo. Por eso espero que los Gil puedan volver pronto. Mi trabajo así es muy difícil... Yo no entiendo de esto pero ¿no se puede hacer que el juez firme y que el presidente haga de presidente, ya que es el dueño del club? A lo mejor me equivoco, pero como deportista me parece lo más lógico".

El panorama apocalíptico que describió Ranieri tuvo de un lado a los jugadores de la plantilla del Atlético, acosados por sus representantes para dejar el club, y de otro, a los futuros fichajes, todos frustrados. "Los que están aquí escuchan que les hacen ofertas, que les proponen el contrato de su vida para que se vayan. Y para fichar... Antes todo el mundo nos llamaba para ofrecernos unos jugadores que eran fenómenos. Ahora no nos llama nadie. Parece que tenemos la lepra. En Italia se dice que el Atlético quiere vender a todos, que está de saldo... Pensábamos fichar a un gran jugador y la pregunta es: ¿quién quiere venir? ¿Va a fichar Rubí si no sabe nada de fútbol? ¿Qué tonto va a dejar su club para venir al Atlético? ¡Estaría loco! No estamos en igualdad de condiciones que otros clubes que pueden comprar y vender lo que quieren".

Ranieri pidió un deseo para el año 2000: el regreso de la familia Gil al mando del Atlético. "Deseo para este año que el presidente vuelva muy pronto. Cuando en el mundo se habla del Atlético se habla de los Gil". Al ex presidente, según Ranieri, se le podía "apretar" para que hiciera un fichaje: "Acepté lo de José Mari porque sabía que el presidente me iba a traer un centrocampista muy bueno. Sabía que iba a pagar, como pagó a Hasselbaink. ¿Ahora, a quién voy a apretar para que gaste, al juez?".

"Yo no vendría"

El propio Ranieri reconoció que él no hubiera aceptado fichar por el Atlético en el supuesto de que el club hubiera estado administrado por un delegado judicial: "Vine aquí porque es uno de los equipos más grandes de la Liga. Pero ahora, pasando lo que está pasando, ¿vendría aquí? No".