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Iberpistas constituye una filial para la nueva concesión de la autopista A-6

La empresa espera que el proyecto genere una rentabilidad del 7%

El consejo de administración de Iberpistas ha dado vía libre a la constitución de una nueva sociedad filial al 100%, Castellana de Autopistas, que será la titular de la nueva concesión de la autopista A-6, entre Villalba (Madrid) y Adanero (Ávila), y que contará con dos ramales, uno hasta Ávila y otro hasta Segovia. La inversión del proyecto asciende a 47.218,9 millones e Iberpistas espera que conlleve una rentabilidad del 7%, según explica su consejero y portavoz, José Antonio López Casas.

Castellana de Autopistas nace con un capital de 500 millones de pesetas y con el objetivo de desarrollar los compromisos adquiridos al ganar el concurso para la construcción, conservación y explotación de los tramos de las autopistas de peaje que unen la A-6 con Ávila y Segovia, además de la conservación y explotación de la propia A-6 a partir del 30 de enero de 2018. "El periodo de esta nueva concesión, que empezó a contar a partir del 19 noviembre de este mismo año, será de entre 32 y 37 años, en función del tráfico que se produzca", comenta López Casas.El grupo Iberpistas, que explota la A-6 desde 1968, calcula que invertirá un total de 47.218, 9 millones de pesetas (284,8 millones de euros) en el conjunto del proyecto.

De ese total, la mayor parte, unos 25.000 millones de pesetas, se dedicará a la construcción de los ramales hasta Segovia y Ávila. Para realizar estas obras, el grupo Iberpistas deberá efectuar un concurso público, cuyas bases se están ultimando.

Al margen de estas dos nuevos tramos de autopistas de peajes, el grupo debe poner en marcha, también con concurso, la construcción de un cuarto carril entre las localidades madrileñas de Las Rozas y Villalba (5.456 millones de pesetas); la realización de un tercer carril entre Villalba y el Valle de los Caídos (2.032 millones de pesetas); la construcción de una tercera calzada reversible, incluyendo un un tercer túnel de Guadarrama entre los enlaces del Valle de los Caídos y de San Rafael (14.479 millones de pesetas), así como la construcción de una nueva área de peaje en San Rafael.

No obstante, López Casas resalta que lo más interesante de la oferta que presentaron para hacerse con la nueva concesión es "el imaginativo sistema de precios, que incluye múltiples tarifas en función de días, horas o trayectos". Al concurso se presentaron otras dos ofertas. Una estaba compuesta por Dragados, Aumar y Caja Duero. La otra, por Necso (del grupo Acciona), Cintra (del grupo Ferrovial) y Vasco Aragonesa.

"Nuestra oferta era la mejor sin duda, lo cual es basatante lógico si tenemos en cuenta que casi nos dedicamos en exclusiva a la explotación de la A-6", señala el portavoz de Iberpistas. López Casas, quien también es consejero de Castellana de Autopistas, calcula que la rentabilidad del proyecto será de un 7%.

Los principales accionistas de Iberpistas son un grupo de cinco familias que controlan el 57% del capital (los Godia tienen un 25%), además de La Caixa (la entidad financiera que más inversiones posee en el sector de autopistas de peaje controla un 6% de la empresa) y la constructora Sacyr (un 5%). Iberpistas y Sacyr son socios en una autopista de peaje en Chile.

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