El precinto de la bomba que deseca el marjal de Pego es roto de nuevo
Menos de 24 horas. Ese es el plazo que han permanecido precintadas las bombas de extracción de agua ubicadas en el marjal de Pego-Oliva. El martes, el Seprona cumplió con el mandato judicial que prohíbe el uso de las bombas para desecar el humedal y cerró el sistema de bombeo. Ayer los precintos ya no estaban. Una llamada anónima a la emisora local de Pego había alertado sobre la orden judicial e hizo un llamamiento a la población para que acudiera al marjal y se manifestara en contra.
Al mediodía de ayer algunos agricultores trabajaban las tierras, pero no había ningún grupo numeroso, ni protesta. Este diario intentó acceder a la estación para comprobar la situación en que se encontraban las bombas pero tres personas, que se negaron a identificarse, impidieron el paso a la periodista y el fotógrafo alegando que era una "propiedad privada", y les obligaron a abandonar la zona con insultos y amenazas. Otra de las entradas estaba cerrada con una cadena, a pesar de que los caminos, ubicados junto al río Molinell, son públicos. Fuentes consultadas por este periódico afirmaron que los precintos habían sido retirados de la estación de bombeo por un grupo de trabajadores con el apoyo de la Comunidad de Regantes de Pego y el alcalde del pueblo, el independiente Carlos Pascual.En caso de demostrarse esto último, los autores de la acción habrían cometido "una infracción grave" y un delito por desobediencia a un mandato judicial, según fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante. La titular del juzgado de Dénia, Esther Rojo, ordenó el pasado mes de octubre "la prohibición absoluta" de la utilización de los grupos de bombeo "como instrumentos de desecación del marjal", e instaba al Seprona a "precintar los motores" cuando tuvieran constancia fehaciente de que estaban siendo utilizados para rebajar el nivel hídrico del parque natural. Tras dos meses de denuncias de grupos políticos, ecologistas y de la Consejería de Medio Ambiente, la juez dictó el cierre de la estación.
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