El presidente del PNV asegura que su propuesta no es rupturista ni pide la independencia

El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, confirmó ayer que la propuesta sobre la construcción nacional vasca aprobada el lunes por la ejecutiva de su partido no plantea la independencia, sino "el reconocimiento de un pueblo", y parte del marco jurídico actual, que, recordó, su partido contribuyó a establecer. Arzalluz se mostró convencido de que la propuesta realizada por el PNV en el documento que debatirán sus bases para ser aprobado en la asamblea de enero, no será del agrado de Euskal Herritarrok. "Ellos son dueños de su propuesta, y nosotros de la nuestra", advirtió.

Ni independencia, ni Estado libre asociado, ni federalismo. La aportación que el PNV hará de su visión de lo que puede ser en el futuro el País Vasco busca "un reconocimiento como pueblo y capacidad para decidir y construir su futuro" con unos instrumentos que Arzalluz no quiso precisar, pero que no encierran un cariz rupturista respecto al entramado institucional actual.El líder del PNV sí dijo bien claro que ya no es el momento de pensar en uno u otro modelo de comunidad autónoma: "Estamos en un momento de construcción nacional" y de búsqueda del reconocimiento de "un todo vasco". Pero de esa afirmación no derivó hacia la colisión o el cuestionamiento del marco jurídico y político en que se mueven hoy la comunidad autónoma vasca, Navarra o el País Vasco francés.

Tampoco lo hace la propuesta aprobada el lunes por la ejecutiva del PNV y que ahora estudiarán las bases para incorporarla a la ponencia política que se aprobará en la asamblea general que este partido celebrará el 15 y 16 de enero. Ésta ha sido elaborada basándose en los resquicios legales que ofrecen la Constitución, el Estatuto vasco de Autonomía y el Amejoramiento del Fuero Navarro. Su principal fundamento es una interpretación de los derechos históricos forales que, según el PNV, pueden trasladarse a la situación actual en términos de autodeterminación.

El presidente del PNV eludió concretar cualquier otro aspecto escudándose en que se trata de un borrador que aún deben debatir las bases del partido y que, por tanto, puede ser enmendado y modificado, pero sí dijo que el avance hacia esa "construcción nacional" se hará "sin romper ningún entramado jurídico, desde el pluralismo de la sociedad vasca y sin dejar de lado ninguna ideología ni despreciar a ninguna persona". El planteamiento efectuado por su partido respeta además, según Arzalluz, la personalidad de cada uno de los territorios que los nacionalistas consideran integrantes de la nación vasca. También advirtió de que su partido está cohesionado tras estos planteamientos, y también lo está el Gobierno vasco.

Arzalluz admitió que el paso del marco autonómico a otro distinto puede terminar exigiendo reformas en la legalidad actual, pero desdramatizó esa posibilidad: todo es reformable, la Constitución y el Estatuto, dijo, pero nada ocurrirá "de la noche a la mañana" ni el PNV tiene por costumbre actuar "a hachazos", sino que se mueve a largo plazo. Por eso los elaboradores del texto tampoco han querido incorporarle fechas.

Arzalluz aseguró que Euskal Herritarrok (EH, la sigla electoral de HB) no conoce aún la propuesta de su partido y aventuró su convencimiento de que a Arnaldo Otegi, que ayer exigió al PNV que añada a ella "una estrategia" para hacerla efectiva, "no le gustará". Acto seguido lanzó una frase con tono de advertencia hacia sus socios independentistas, que hicieron público recientemente su planteamiento, basado en la celebración de unas elecciones para elegir una asamblea constituyente: "Ellos son dueños de su propuesta y nosotros de la nuestra", dijo Arzalluz.

Por ahora, ambos planteamientos aparecen tan alejados que resulta difícil vislumbrar por dónde se haría posible un ensamblaje entre ambos, pero ése es el objetivo inicialmente declarado: plantear cada cual su modelo para intentar cuajar una propuesta común entre los componentes del nacionalismo vasco.

Asamblea general

La asamblea general, que el PNV celebra cada cuatro años, tendrá en esta edición por lema "Ahora más que nunca". Arzalluz señaló como objetivo la actualización del pensamiento y de la definición del partido y el establecimiento de su estrategia ante los dos elementos que a su juicio introducen los mayores cambios en la política vasca: la irrupcion en el juego institucional de EH-HB y la evolución de la UE.

La asamblea la forman 650 personas, de las que 431 tienen derecho a voto. Se le someterán dos ponencias: la de Estatutos internos, que se limitará a ratificar, con las modificaciones incorporadas durante el proceso de debate, y la política, que sí será debatida, con el documento aprobado ayer en la ejecutiva incorporado.

Los nuevos estatutos del PNV incluyen con plenos derechos a su organización en el País Vasco francés, lo que exigirá una silla más en la ejecutiva. Ésta será elegida a finales de enero, con la excepción de su presidente, que se elige en la asamblea general. Arzalluz es el único candidato. Al menos cinco de los actuales 12 máximos dirigentes del PNV no repetirán en sus cargos, ya que no figuran en la lista de 21 personas propuestas.