Un rumano lleva 10 días en huelga de hambre para conseguir el asilo
Gregorio Liviu, un rumano de 29 años, lleva 10 días en huelga de hambre como medida de presión para conseguir el asilo y el consiguiente permiso de residencia en España. Huyó de su país, a través de Hungría, para eludir el servicio militar; sólo bebe agua.Liviu inició la huelga y está encadenado a la verja que circunda la estatua de Carlos III en la Puerta del Sol. Asegura que no puede regresar a su país, porque las autoridades rumanas le impondrían una condena de cuatro años y medio de cárcel por haberse negado a hacer el servicio militar. Este inmigrante, que está soltero, atravesó la frontera húngara oculto en los bajos de un tren. "No pide caridad, ni vivienda, ni trabajo. Sólo quiere que le dejen estar en el país, porque, si le deportan, irá a prisión y, dice, allí las cárceles son como campos de concentración", según la asistenta social que le atiende.
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